Alfredo Jalife-Rahme

Miles de personas se manifiestaban este jueves en la plaza Tahrir, Egipto, en un ambiente de euforia ante la posibilidad de que el presidente Hosni Mubarak abandonara el poder. Foto: EFE
Tenía que suceder en Egipto, asiento de varias civilizaciones, donde se ha escenificado un golpe militar de facto que no se atreve a pronunciar su nombre, en sincronía con una casi revolución
juvenil pacífica que todavía no concreta el cambio de régimen
, para convertirse en genuina revolución
, aunque ya consiguió su primer objetivo: la defenestración del poder del autócrata Mubarak y su pelele
Suleiman.
La noche anterior a la defenestración del sátrapa Mubarak, quien se negaba Sigue leyendo