Durante un acto en que promulgó una ley sobre calidad educativa -ya rechazada por los «pingüinos»-, el mandatario chileno, Sebastián Piñera, ratificó su postura de no ceder a los reclamos de un sistema con escuelas y universidades públicas y gratuitas que generó multitudinarias marchas en las últimas semanas. Por su parte, los estudiantes y profesores adelantaron que no participarán de la mesa de diálogo convocada por el gobierno y reafirmaron su idea acerca de que una consulta popular podría zanjar la crisis.
El argumento de Piñera para no ceder es escueto: “Todos quisiéramos que la educación, la salud y muchas cosas más fueran gratis para todos, pero al fin y al cabo nada es gratis en esta vida» y por lo tanto «alguien lo tiene que pagar», Sigue leyendo