Álvaro Castillo Granada
A los libros les debo todo en mi vida. Soy un librero. Esta frase, que puede sonar extraña o exagerada, en mi caso es cierta. Totalmente. Sin el menor resquicio. En algún momento dejaron de ser los objetos detrás de los que escondía mi timidez (también para eso sirvieron, como no) para ser las rocas, los ladrillos, las cabillas, las tablas, las puntillas, las ventanas con las que fui construyendo (y sigo haciendo) al que soy. Al que está y habita en este mundo.