Juan Gelman
La frase pertenece a Edward Snowden, el ex técnico de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), infiltrador de documentos secretos de EE.UU. que movieron el piso a los grandes de Occidente. La cama, obvio, es la del espionaje. La canciller Angela Merkel criticó –levemente– a Obama por el programa Prism Sigue leyendo