David Becerra Mayor
«El deber revolucionario de un escritor es escribir bien», respondía Gabriel García Márquez cuando se le preguntaba por la cada vez más enredada cuestión de la literatura y el compromiso. En su afirmación acaso retumbaba el eco de una burguesía ilustrada que en Europa renunció de pronto a la función revolucionaria de la literatura, tan en auge en los primeros años de la posguerra mundial, para sostener, Sigue leyendo