José Manzaneda*
El éxito rotundo del Ballet Nacional de Cuba en su reciente actuación en Puerto Rico no ha sido noticia internacional (1). Pero sí lo ha sido, en decenas de televisiones, radios y diarios el abandono de ocho de sus integrantes, a quienes el Gobierno de EEUU otorgaba asilo político (2), y que inmediatamente Sigue leyendo