José Manzaneda*
La sección de televisión del diario español El País visitaba la Base Naval de Guantánamo (1). Pero no para acercarse a los horrores de su prisión de alta seguridad, sino para entrevistar a las cubanas y cubanos que, hace décadas, decidieron quedarse a vivir en la Base y romper con su país.
Pero lo más llamativo del reportaje es cómo el periodista Carlos de Vega (2) –quien fuera, no por casualidad, siete años Sigue leyendo