“Hemos de señalar que entre
la izquierda y la derecha, (…)
solamente existe una línea divisoria
en la que no es posible ubicarse
ni física ni ideológicamente”
Antonio José Gil Padilla.
El presente texto intenta exponer las primeras reflexiones provocadas por la lectura del trabajo “Sobre un “centrismo” inútil, y temas de mayor importancia. O por más debates, y menos desvíos”, que bajo la firma de Julio César Guanche (JCG) puede consultarse en Cuba Posible (CP).
Espero que ninguna de mis palabras puedan interpretarse desde una intencionalidad personal, algo que está muy lejos de mi ánimo y sobre todo con respecto a su autor. He leído y leo la obra de este investigador, por lo menos hasta el presente, con mucho provecho y respeto, y es mi opinión que sus ensayos y libros han contribuido muy valiosamente al conocimiento de múltiples aspectos de la historia cubana y sus personalidades políticas y culturales.
Sólo hago uso aquí de lo que, ejerciendo su vocación y particular concepción de lo republicano y democrático, casi al final de su trabajo JCG reconoce y propone: cada cubano tiene el derecho, y se agregaría, hasta el deber, de no aceptar las ideas que no le parezcan correctas o válidas, o a manifestar las dudas sobre aquellas proposiciones o proyectos que no le parezcan concebidos y situados en una ruta promisoria hacia el puerto deseado del bien de todos.
JCG polemiza con un artículo del autor del blog La Pupila insomne, espacio donde los textos de Iroel Sánchez (IS) y otros autores, también hacen una importante contribución al país, y con un enfoque que se atiene rigurosamente a la investigación periodística de los datos que sostienen sus juicios, y, además, en una plataforma que no está signada por la búsqueda complaciente de falsos consensos y diálogos entre diversidades antagónicas, y por ello, provoca no pocas veces airadas o agudas reacciones de comentarios muy disonantes entre sí, cosa que no ocurre a menudo en otras plataformas.
JCG considera que los trabajos analíticos que han sido publicados en La Pupila insomne tendrían la virtualidad de cerrar y obstaculizar espacios de intercambio y debate de ideas en Cuba.
No me parece que las ideas o convicciones expuestas por IS hayan pretendido erigirse en una voz tribunicia unilateral, o la única acertada y legítima. En el blog publican muchas otras voces, nacionales e internacionales, y en él no se censuran comentarios diametralmente opuestos, en ocasiones subidos de tono, o carentes de alguna otra altura que no vengan de argumentos ad hominem dirigidos contra IS, o un eventual otro autor. No es posible pues, que los trabajos que aparecen en este blog pretendan ni estén en la capacidad de “obstaculizar, o directamente impedir, la existencia de espacios diferenciados, y legítimos, de deliberación pública sobre Cuba”, como se lee en el trabajo de JCG. Sería otorgarle o sospecharle un poder casi omnipotente, ubicuo y fantasmal, que no sea el que emane simplemente del ejercicio del criterio y del eco y apoyo que encuentre en sus lectores.
El proyecto impulsado por Cuba Posible tampoco puede obstaculizar, ni impedir directa ni indirectamente, que el espacio que en Cuba se opone a su objetivo transicional y su declarada acción en favor de la pluralidad política “distinta”, se manifieste contra esa concepción.
En cambio, como asiduo lector de diversas y contrastadas fuentes, me pregunto si el objetivo programático de Cuba Posible de cohesionar miradas diversas y dar voz plural, no le anima a publicar en sus medios algunos de los trabajos de IS, o los de tantos otros autores que visiblemente no están en la cuerda de ese “laboratorio de ideas”. Y me pregunto si esa no es una consideración de mayor gravedad y envergadura, dado que el programa de Cuba Posible se presenta como una plataforma de la diversidad y de la búsqueda de un entendimiento casi seráfico entre los intereses y las miradas contrapuestas.
Si autores como IS y otros han “merecido” el sambenito, la descalificación y la acusación de oficialistas, se debe, creo yo, y a partir de lo que sé por sus artículos, a que sus convicciones e ideas se contraponen frontalmente, analiza y desmonta ciertas propuestas y proyectos que son contrarios a lo que se considera oficial en Cuba, es decir, contrarias a las ideas y el proyecto de la Revolución Cubana y a la dirección de su Partido Comunista. Hay que admitir en estricta justicia entonces, mutatis mutandis, que sus contradictores serían entonces los oficialistas de las concepciones u organizaciones que defienden. Sólo que hay una diferencia no menor y decisiva: algunos de los contradictores de los trabajos aparecidos en La Pupila insomne tienen relaciones, intercambio y apoyo logístico, relaciones estrechas o no, y sabría decir o probar de qué naturaleza, con instituciones, personas u organismos ajenos al país, y que tienen un plan confeso de provocar un cambio de gobierno y de sistema en Cuba. Y por allí, con respecto a las relaciones internacionales de Cuba Posible se originaron mis primeras dudas con respecto a la respuesta de JCG.
El artículo de JCG se concentra inicialmente en refutar el tema del “corrimiento al centro” que estaría operandose en Cuba Posible y que Iroel analiza y advierte citando otras muchas opiniones al respecto de la misma concepción, y, en cambio, JCG ve como asunto inútil, tratado sin rigor académico, a la vez que sostiene que en la entrevista donde ese término se utiliza, (y se aclara que sólo una vez y entrecomillado, como si eso le restara importancia), sólo está enfocado a “lo que el entrevistado considera como una deseable despolarización de las posiciones que participan del debate nacional, esto es, de las visiones que capturan ese debate entre extremos dicotómicos entre sí.”
Se debe tener en cuenta, en primer lugar que la principal polarización de los debates cubanos y fuera de Cuba es de carácter político y entre los que avizoran y promueven o se unen a la idea de un “tránsito” reformador promovido desde el exterior, y los que apoyan una continuación, una actualización y un perfeccionamiento de la democracia cubana bajo la dirección del Partido Comunista y hacia la meta de una nación socialista como un resultado de la autodeterminación del país. Y ese debate lleva a la adopción de posiciones políticas. De manera que no se entiende el argumento o no está lo suficientemente bien expuesto, si es que se puede separar una cosa de la otra y si es posible, lo cual es un ejercicio mucho más arduo, justificar que en la interna discusión cubana tengan participación órganos externos vinculados de una u otra forma al sistema enemigo del proyecto cubano.
Así pues, como vemos, JCG argumenta que el uso de la expresión «corrimiento “al centro”» sólo se refiere a la “despolarización de las posiciones que participan en el debate nacional”. Y como advierte que nunca se usaron los conceptos de izquierda o derecha, el “centro” en ese contexto no podría ser interpretado justamente en clave de una alusión política.
Si se relee toda la entrevista de buena fe, es justo observar no sólo que la oración donde se utiliza el término aparentemente anodino, inofensivo e inútil de “centro” está separada por un punto y seguido de la primera afirmación, la que se refiere a la “despolarización de posiciones”, sino que inmediatamente el entrevistado emplea explícitamente el término “políticos” para ilustrar en qué ha consistido ese corrimiento, a saber: “en un conjunto importante de actores sociales y políticos, dentro y fuera de la Isla.” Entonces, ¿se refiere a un corrimiento de las posiciones políticas, y además sociales, hacia el centro, o no? ¿Y qué sentido, por muy riguroso que sea, tiene en ese contexto el “centro” que no sea político y de la práctica política o la elección de soluciones políticas? Parecería tratarse sólo de una cuestión interpretativa de un párrafo que tampoco es muy explícito, ni claro, que no acude ni por asomo como exige JCG al rigor de las ciencias sociales, si no fuera porque varias miradas citadas por IS, coinciden en que la posición política de las propuestas y las soluciones que propone Cuba Posible en ese debate, se están situando precisamente en ese interregno de la nada política que es el centro, pues quienes allí se posicionan tarde o temprano suelen derivar a la derecha del dios padre. (Interesa aquí el propósito del think tank, o “laboratorio de ideas”, pues no son relevantes ahora las personas, que pueden ir variando en el tiempo, sino al espíritu y el nervio central de un proyecto.)
Comprendo el rigor de académico e investigador con que advierte JCG que “sería útil si ese debate se remite en algún grado a sus usos en las ciencias sociales, y a su historia política e intelectual en Cuba”. Desconozco si la opinión de Cuba Posible es la opinión de JCG en cuanto a la inutilidad de abordar derechamente esa cuestión, pero otros muchos no vemos la inutilidad y la insignificancia de una definición tan vital como es el esclarecimiento de las opciones y los posicionamientos políticos en un mundo donde, ya harto se sabe, no existen terceras posiciones políticas válidas y sobre todo en Cuba, donde existe una polarización objetiva de dos destinos bien diferentes.
En su declaración programática Cuba Posible afirma que su visión es “distinta”, pero sin explicitar con ese rigor que exige JCG en qué y con respecto a qué consiste esa distinción. Sin una clara exposición del referente distintivo. Simplemente lo declara en un texto con carácter de manifiesto presentador, y donde tenía su lugar más natural una más rigurosa distinción entonces falta, e innegablemente se queda en el limbo de la indefinición. No es por tanto un tema tan bizantino, si no es que se quiere simplemente ver así por el humor ocasional de un instante interpretativo.
La “segunda cuestión” abordada por Guanche se refiere a la invitación que Cuba Posible recibiera por parte de WOLA (Oficina de Washington para América Latina), para visitar Washington, “ONG que armó la agenda y sufragó el viaje”. Allí nos informamos que esta “institución fue fundada en los 1970 para oponerse a la política de Estados Unidos hacia Centroamérica y hacia el Chile de Pinochet” y que además, “hacia Cuba, en concreto, WOLA lleva desde su fundación trabajando por la normalización y contra el bloqueo”.
Traer a colación la oposición de WOLA a la política de Estados Unidos hacia Centroamérica en los 1970 y hacia el Chile de Pinochet, (además, de, como se dice en cubano, ser esa una historia mucho más larga) y luego subrayar la contribución de esa institución a la normalización de las relaciones Cuba-EEUU, aunque no se dice expresamente, (es mi interpretación del subtexto), tal parece un argumento y una información que nos aporta JCG para refutar la pertinencia de las advertencias de IS sobre las “conexiones” de Cuba Posible (como Laboratorio de Ideas, y no de alguna persona en particular, repito) con gobiernos, instituciones y personas extranjeras. Desconocedor de esa institución me dirigí a buscar datos y nada mejor que su propio sitio Web: http://www.wola.org/es/programa/cuba para tener una idea de qué va el asunto.
Para ilustración de los posibles lectores que no se tomen el trabajo de seguir el enlace, cito la portada del sub enlace dedicado a Cuba:
“La política de Estados Unidos hacia Cuba es una reliquia desactualizada de la Guerra Fría que ha fracasado en promover los derechos humanos y la democracia, y por el contrario, ha aislado a los Estados Unidos de la región. WOLA aboga por un cambio a través del compromiso y el involucramiento con Cuba – incluyendo viajes, intercambios ciudadanos, comercio y cooperación diplomática en temas de interés mutuo.” (los subrayados son míos).
Confieso casi cándidamente que me parece estar oyendo uno de los párrafos de la actuación teatral obamiana en Cuba. De manera que WOLA no tiene, en esencia, otro objetivo que el guion de Obama, si sólo nos atenemos a ese introito. Pero repárese bien en la oración: según esta declaración de principios, la antigua política de los Estados Unidos habría fracasado “en promover los derechos humanos y la democracia” en Cuba.
¿Alguien, – me resisto a creer que no académicos y estudiosos honestos (me refiero a la honestidad intelectual de los resultados de un investigador objetivo, no a la honestidad puramente personal, que no ataco ni descalifico aquí) – , puede a estas alturas creer que alguna vez EEUU quiso promover los derechos humanos y la democracia en Cuba que no fuera su concepción espuria de los derechos humanos y su falsa e inexistente democracia?¿Puede WOLA estar promoviendo y apoyando una democracia en Cuba que sea una auténtica democracia? Por consiguiente, el argumento de JCG no se sostiene, y ello me suscita una pregunta honesta, directa y con el claro sentido explícito de todas sus letras, sin ironías ni ánimos descalificadores: ¿qué espera Cuba Posible de una relación con esos principios, cuando esa institución organiza la agenda y sufraga los viajes, es decir, cuando depende de su logística y programa, y es imposible de esa manera mantener una independencia real aunque honestamente algunos de sus miembros así lo pretendieran como una estrategia?¿Pudo Cuba Posible, por ejemplo, reunirse con otras organizaciones que en Estados Unidos denuncian los atropellos a los derechos humanos de negros y otras minorías?¿No hay alguna razón, en principio, para poner en tela de juicio y examen las finalidades de un intercambio que se califica de fructífero cuando es notorio, confeso y declarado que la normalización que dice apoyar WOLA se basa en un argumento espurio, como es que alguna vez los gobiernos de esa nación se preocuparon por los derechos humanos y la democracia en Cuba, y que si hay que cambiar esa política esos serían los verdaderos objetivos fracasados?. Yo creo que hay muy pocos cubanos que no comprenden bien de qué se trata el juego. Yo creo entonces que se tiene el deber y el derecho de interpelar y cuestionar a Cuba Posible y si se quiere desechar el término de “conexiones”, se podría acudir a uno más amable, pero sinónimo al fin, de relaciones, que no cambia la esencia de la cuestión. Todos estos datos y argumentos, y muchos otros más que harían interminable este texto, son los que aportan los trabajos que aparecen no sólo en La Pupila insomne, y que, al contrario de cerrar espacios de debate, sostiene precisamente un debate informativo urgente y necesario al país y contribuye a que la mirada “distinta” de Cuba Posible se defina, se conozca y se discuta críticamente.
También este lector repara en que según se lee en la comunicación aparecida en Cuba Posible sobre ese “intenso programa de trabajo en Washington DC”, los asistentes se reunieron o sostuvieron contactos con otros múltiples actores de muy variopinta condición, a saber: “La visita incluyó reuniones con directivos de Brookings Institution; una reunión con el equipo de la Oficina de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado; un encuentro con asesores para América Latina del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de la Unión; una reunión con miembros del Grupo de Trabajo sobre Cuba de la Cámara de Representantes; una comparecencia pública en la sede del Diálogo Interamericano; un encuentro con miembros y colaboradores de la Fundación WOLA, y un grupo amplio de reuniones privadas con políticos y académicos relacionados con el “tema Cuba”.
Confieso que no tengo un conocimiento suficiente de cada una de esas instituciones o personalidades, y de qué manera están conectadas con el gobierno norteamericano o a qué intereses deben responder sus políticas o sustentos, y es necesario estudiar el tema para opinar con responsabilidad, pero sostengo mi derecho a tener como hipótesis de trabajo y comprobar lo siguiente: conociendo los verdaderos, ocultos o confesos objetivos de la llamada “normalización”, no estaría inclinado a pensar que todas ellas estén ajenas al objetivo declarado de Obama y a sus pretensiones transicionales en Cuba. Al menos se puede afirmar como dato incuestionable una relación de CP con personalidades e instituciones de la política norteamericana, algunas de las cuales, si no es WOLA, y que es la única mencionada por JCG, no van jamás a pretender el apoyo en Cuba de una “transición” hacia una república democrática y socialista.
De todas formas los trabajos que en La Pupila insomne han analizado esta cuestión del “centrismo”, los de algunas otras propuestas aparecidas en Cuba Posible, los criterios de otros muchos intelectuales cubanos de sólido prestigio, como Fernando Martínez Heredia, con respecto al tema, y sobre todo en lo referido a las relaciones externas de Cuba Posible, no se limitan al criterio del “centro” expuesto en la referida entrevista a Lenier González, ni a la única invitación de WOLA.
A ese mismo trabajo objeto de la refutación de JCG, y a muchos otros, puede el lector remitirse para asomarse a un amplio surtido de organizadores y personalidades que están detrás y en relación con los propósitos declarados de Cuba Posible, y que coindicen a la letra con los propósitos declarados por el presidente norteamericano.
¿Cuáles son estos propósitos esenciales de CP? Además de los muy generales y difusos conceptos de cohesionar y equilibrar miradas y concepciones diversas, promoviendo una pluralidad de cosmovisiones políticas, en una entrevista concedida a Reuters por el ex editor de Espacio Laical, y ahora director de CP, este declaró explícitamente que: “Cuba Posible will promote «transitional change» with views from a wide range of Cubans”. No es sólo que el lenguaje no sea inocente, es que el “cambio transicional” que ayudaría a promover Cuba Posible ha sido y es el objetivo de la política de los gobiernos norteamericanos, y no precisamente para el logro de otros derechos humanos y más democracia en la isla, y menos la conservación y el desarrollo de los que el ciudadano cubano ha disfrutado, internacional y ampliamente reconocidos, en varias esferas de la vida. Es que también el entrevistado afirma que el pueblo cubano quiere “ese” gran cambio, afirmación objetivamente insostenible y en el que sí se aprecia, – al afirmar y tomar como cierto un anhelo nacional que no tiene derecho a sostener y generalizar – el potencial de sembrar un virtual obstáculo o un serio impedimento para que en Cuba y por su propia autodeterminación, no haya un natural perfeccionamiento de su sistema político actual. De allí que el lenguaje y sus relaciones internacionales revelen los fundamentos políticos de Cuba Posible cuando evita hablar de actualización y perfeccionamiento y continuidad del socialismo en la Cuba que es, y prefiera optar por el lenguaje de las reformas, los change y las transiciones, consensos y diálogos, pluripartidismos, diversidades y reconciliaciones, conceptos estos rigurosamente pertenecientes hoy al centro, la centro–derecha y la derecha, para el que está atento a las políticas continentales, pero que nunca ha sido ni será un lenguaje que hablen las revoluciones. De todas formas, se espera la rigurosa demostración de lo contrario.
Un concepto que merece un detenido análisis posterior es el de la república martiana con todos y para el bien de todos. Ahora sólo una breve consideración.
La divisa martiana de la república con todos y para el bien de todos, tampoco debe ser analizada y aplicada intemporalmente, como una abstracta generalidad. Es bien conocido que Martí, como genial político y teniendo por delante una primera tarea de liberación anticolonial para lograr la cual y en su peculiar visión y lenguaje, no convenía atizar las diferencias de clases, (recordemos el reproche que le hizo a lo poco que pudo conocer de la obra de Marx), pero teniendo después un declarado objetivo antimperialista, aplicó una estrategia unitaria para juntar voluntades de distintas generaciones de luchadores, y tanto las ansias libertadoras y los aportes de obreros simples, como de aquellos potentados o no que se sumaran al deseo de ser libres de España. Revolución, según declaró, era la que se haría en la República.
Pero no se comete pecado de especulación si se trata de imaginar que en aquella coyuntura republicana futura avizorada, en que eventualmente sectores o grupos, con vínculos y apoyos externos hubieran atentado o puesto en peligro la soberanía conquistada, él hubiera considerado ese DE TODOS en su particular aspecto del acceso a la disputa del poder político. Porque de eso se trata. Martí va radicalizando su pensamiento hacia los años postreros de su breve existencia y no es descabellado pensar que también sería capaz de analizar las nuevas circunstancias y matizar y adecuar aquella máxima, no para negar que todos tienen derecho a gozar de los bienes materiales y espirituales de una república, sino para constatar y comprender que no todos optan por una actitud y una opción política que conviene a los intereses y el bien de todos, lo cual es muy distinto políticamente hablando. Si imaginar aquello puede ser desechado por especulativo, pues no pudo suceder, sin embargo hay algo más claro e irrefutable: la martiana guerra necesaria no era sólo contra el gobierno español, sino para impedir el peligro mayor del acecho norteamericano, que, bien se sabe, sí profetizó y trágicamente se verificó. ¿Cómo entonces extrapolar aquel concepto para sostener la legitimidad de participación y libertad de acción política a los aliados internos y los promotores externos de las políticas e ideologías enlazadas hoy a los intereses de aquel mismo enemigo que Martí advirtió? En su tarea emancipadora y a lo interno de Cuba y por estrategia política unificadora, Martí fundó un partido ancho e inclusivo de toda la diversidad posible, de obreros y otros sectores sociales, y sufrió la ardua tarea de poner de acuerdo visiones y limar asperezas entre concepciones diversas, pero siempre entre las filas de los que estaban dispuestos a luchar por el objetivo común de la liberación y la independencia. Lo que nunca dejó como legado político fue acudir a diálogos ni a entendimientos ni con las Españas ni con los Estados Unidos de Norteamérica. Creo que también es una enseñanza martiana a recordar y sobre la cual fundar los cambios revolucionarios de lo que deba ser cambiado.
Por último, si acaso fuera cierto que hay un sector en Cuba que ha querido secuestrar lo revolucionario, y esto amerita un análisis aparte, contextualizado, y en cada coyuntura, también es muy visible que existen otros que han deseado y desean secuestrar el concepto de las democracias, y operar y contribuir y promover transiciones no revolucionarias en nombre de esa misma democracia. Y ante esta postura aquella simplemente se define por sí sola, sin necesidad de que nadie se la apropie. Nunca en la historia un cambio verdaderamente revolucionario ha tenido que ser asistido ni ha buscado diálogos, consensos y apoyos de los intereses y las cosmovisiones que son carnalmente opuestas no sólo a las revoluciones, sino también a toda democracia posible, a toda posible nación, y a las soberanías de las repúblicas. ¿O no hemos aprendido absolutamente nada de la Historia?
Si ya entendemos que se acrecienta la confrontación entre nosotros mismos, pienso que también habremos de entender, más allá de los términos y las elecciones necesariamente circunstanciales de cada cual, que la mayoría de los implicados ahora mismo en este debate, a los que incluyo a IS, a JCG y a usted también, por supuesto, deben ejercer la más rotunda delicadeza en el cuidado del otro -ustedes mismos, desde luego-, porque si bien es cierto que la máxima martiana «con todos y para el bien de todos» -como usted aclara muy bien-, obedece a una temporalidad urgentemente necesaria en su momento, también es cierto como la nombra JCG, en el sentido de su plena vigencia en estos momentos verdaderamente cruciales para nuestro país. Creo que todos ustedes y muchos más, como igualmente se entiende, nos necesitamos, y nos necesitamos mucho! Pues todos sabemos que hay otros que, aún estando en esos «todos» martianos y muy actuales, necesitan mucho que entre nosotros se desarrollen brechas desafortunadas. No invito a la detención de este debate, sí llamo a destacar los beneficios que aporta para todos los que andan, como IS, JCG, usted, y muchísimos más, en el Bien de nuestro país para ese TODOS que abarca nuestra Revolución y donde todos ustedes evidentemente están juntos.
Gracias, Andrés: ¿Crees que coincdiendo con los objetivos de EEUU se obtendrá el bien de todos?
Saludos
El enfoque de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA) hacia Cuba y otros paises como Honduras sigue a pie juntillas la politica de Washington. Utiliza el ropaje del liberalismo norteamericano. Les dejo estos tres enlaces que demuestran el sesgo analitico, las inclinaciones y los vinculos de WOLA. Saquen ustedes sus propias conclusiones:
http://www.counterpunch.org/2010/04/12/wola-vs-honduran-democracy/
WOLA suelta el balón con su nuevo libro, gira a la derecha en la Guerra de las Drogas, en http://www.narconews.com/Issue35/articulo1166.html
http://www.wola.org/commentary/is_the_cuban_government_being_more_tolerant_of_internal_critics. En este ultimo se tacha de intolerante a nuestro gobierno.
Pingback: Es que el centro político no existe, o del sitio donde tan bien se está. #Cuba #TodosMarchamos #1Mayo | Cuba por Siempre
Reblogueó esto en La Esquina Roja .
Me temo Iroel que buscas la repuesta correcta a una pregunta mal formulada.
Te propongo responder esta otra: Quienes persiguen objetivos que coinciden con los intereses de todos?
La respuesta argumentada a esta pregunta es mucho más compleja pero infinitamente más necesaria.
Por supuesto que no, Iroel. Me has hecho una pregunta retórica, pero no la desdeño, pues de eso habremos de convencer a muchos cubanos, que sí lo están creyendo, excepto a muchos otros que, como tú, Guanche, Luque y yo, llevamos la convicción de luchar juntos como única manera para que aquellos que lo creen dejen de creerlo.
No era retórica, al menos para mi que la formulé. Luchar junto a WOLA que dice sobre Cuba lo mismo que Obama ni junto a Diálogo Interamericano que apoya al fascista de Leopoldo López http://diario.latercera.com/2015/09/19/01/contenido/opinion/11-198444-9-leopoldo-lopez-victima-de-la-tragedia-venezolana.shtml no está en mis planes y parece que tampoco en los de Luque.
Excelente ¿cómo no se me ocurrió antes? Gracias por el aporte: deben ser WOLA, la Brooking Institution y Diálogo Interamericano, además claro, del gobierno noruego.
Iroel, disculpa, ¿qué pasa? Cuando dije «luchar juntos» me referí a muchos, muchos que como tú, Guanche, Luque y yo, queremos luchar juntos, necesitamos luchar juntos, y solo venceremos luchando juntos. Que nos hagamos algunos señalamientos de vez en cuando solo indica que estamos vivos y ello jamás ni debe ni puede significar excluir a ninguno de la unidad lograda con muchos esfuerzos, aunque alguno cometa el error de hacerlo. Sencillamente lo decimos, como hiciste en tu post, Guanche en su artículo, Luque en esta entrada y yo con mis comentarios. De ahí a decir ahora que «en tus planes ni al parecer en los de Luque está luchar junto a WOLA ni junto a Diálogo Interamericano» podría entenderse que tanto Guanche como yo mismo sí lo haremos. ¿Sí? Me entero en estos precisos momentos. Lo único que se me ocurre señalarte ante esto es algo parecido a lo que los cuatro nos dijimos con nuestras intervenciones en este debate: estamos luchando juntos con señalamientos de uno y otro carácter que, espero, el tiempo sea provechoso con el mejor de ellos.
El problema no son los señalamientos sino desde dónde y financiado por quién se hacen, no creo eso te afecte a ti como tampoco a Luque ni a mi, ninguno estamos relacionados con WOLA, Diáogo Interamericano que tienen los mismos objetivos hacia Cuba que la administración Obama y auspician a CP. Es eso lo que está expuesto en los textos de Luque y mío.
Saludos
Lo que definen como posicion centrista, podria ser algo bastante parecido a eso de buscar estar bien con Dios y con el diablo, pero es curioso que solo se predica para su practica a los movimientos progresistas solamente.
Nunca veremos se intente aplicar a ningun movimiento de extrema derecha de los que hay muchos.
Eso puede indicar varias cosas, pero una sola basta: mala fe.
La teoria centrista es sintoma del yanquilismo.
100 puntos
¿Por qué no nos unimos todos para pensar y debatir en cómo acabar de eliminar en Cuba las infernales dualidades monetaria y cambiaria? ¿Por qué no nos unimos todos para el salario real se corresponda con los formidables índices de Desarrolllo Humano que Cuba exhibe en áreas como la esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización de adultos ,o de matriculación primaria, secundaria y terciaria? ¿Por qué no nos unimos todos para que Silvio Rodríguez no tenga barrios marginales a los cuales ir a cantar?
Hay muchas formas de evadir lo que la más elemental ética ha de impedir evadir.
En eso andamos, pero no creo será posible con el “transitional change” hacia una «multiparty Cuba» como pretenden desde CP http://www.reuters.com/article/us-cuba-church-idUSKBN0F91RW20140704
Para mi Concepto y Principio entre la Izquierda y la derecha QUEDARA por siempre una Sociedad Justa , Un Pueblo Socialista donde el Socialismo FUE Tambien BLOQUEADO,AHOGADO.ESTRANGULADO por el mismo CRiminal Bloqueo economico que a estado en las espaldas de un pueblo por mas de largos 50 años…. » Por ende : al estar bloqueado un pais sin Creditos bancarios,sin Comercios con ningun pais , sin Piezas de respuestos, sin ropa y comidad al no ser por una libretad y gracias a el Gobierno Cubano y a la Junta de PLANIFICASION que destribuian todo en derechos de igualdad a la Poblacion de Cuba , sin transporte, pasando necesidades imperiosas , ENCIMA de un Criminal bloqueo Economico » la PROPAGANDA y DESINFORMACION donde se han empleado BILLONES de millones de Dollares para Pagar , Emisoras,television,,Radio , revistas , periodicos ,hoy la Internet y todos los medios de tecnologias » que Pudieron Poner a la revolucion Cubana del 1959 » como el patico Feo de los Pueblos del Mundo »
para desgracia humana algunos ilusos y ignorantes cubanos prestados a la propagandas anticubanas.. ? Que PASO con el SOCIALISMO ? en Cuba ..que muchos lo VEN como algo PASAJERO y que se desintegraba cambiandolo por COSAS adtractas y bellezas como desarrollos de otros paises y del GRADIOSO capitalism que ERA major porque alli hay Tv.Dvd. televisor , lavadora, ropas y comidad Pero con tarjetas de los pobres y esclavos del sistema » el dinero de los Pobres » la tarjeta de plastico » Entonces Todos pensaban que Era major el CAPITALISMO » pero hay de UTDS , Estan Ciegos y Desinformados , no tienen la Oportunidad de Vivirlo y mirar al hombre , a la sociedad , animal , salavje en su Mayoria, incensible, indolente,egoista y envidiosa, a mas no poder, » Todos quieren ser el primero para Todo »
en el Traffico como en n las aceras o para entrar a cualquier comercio o Lugar » menos al cementerio.
PERO si pudieran Vivir este sistema de esclavos Moderno del siglo XXI Pero no en semanas ni Meses , Años largos , Tiempo Pasado , p» porque hoy llega al CAPITALISMo un Emigrante Cubano economico Y Dice Mirar a las ESTRELLAS y al CIELO , se queda FASCINAD O con Todo , las bellezas de edificios con Cristales , comidad y el consumo de UN CONSUMISMO que emferma hasta las propagandas del CONSUMO »
Dejarlo . Disfruta, Vive tu felicidad , » que te preguntare a los años , como te sientes , y que extrañas de mi Cuba querida..» Todos dicen lo mismo, Hasta con Bloqueo CUBA era MEJOR SISTEMA..’ Gracias al socialism , y creanme UTDS < NI soy COMUNISTA ni Revolucionario , AGENTE del G-2 ni FIDELISTA , unicamente un Ser Humano que no Vive por Vivir.
RESPUESTA : Manuel David Orrio del Rosario
PRIMERO : A donde Ir …muy facil , al CONGRESO de los Estados Unidos y Pedir que eliminen este Criminal BLOQUEO ECONOMICO .
» usted vera como se termina la doble moneda en cuba .
SEGUNDO : Yo no sabia que en mi cuba existian BARRIOS MARGINALES que Tuvieran Escuelas , circulos infantiles, primarias , secundarias basicas , consultorios medicos , Hospitales y Policlinicos … ! haaa ! y de Gratis !
la VERDAD que no entiendo a los hombres que no saben apreciar lo que Tienen y sin embargo no tienen el Pudor y el décoro Humano en Mirar al Verdadero Culpable y Por todo INGRATAMENTE mordiendole la mano a la revolucion y gobierno acusan a el ESTADO Cubano y revolucion de ser los RESPONSABLES….
Veo que persiste en los conceptos políticos que se pretenden analizar aqui, un reiterado desconocimiento de otros factores internos en la Cuba actual, asegurar “de un “tránsito” reformador promovido desde el exterior, y los que apoyan una continuación, una actualización y un perfeccionamiento de la democracia cubana bajo la dirección del Partido Comunista y hacia la meta de una nación socialista” es desconocer dos cosas, la existencia dentro de la población Cubana de otras maneras, intereses y forma de ver las cosas que no precisamente están ligadas al unipartidismo y el poder total del partido comunista, ese que por imposición más que por convencimiento sigue mezclado patria-revolución y socialismo. Y además desconoce un segundo detalle no menos importante, el agotamiento por el prolongado tray & error que hace que la sociedad Cubana actual reclame cada día en voz más alta, un cambio de rumbo, una nueva forma de ver y afrontar los retos a muy corto plazo, que nuevamente traiga esperanzas de salir adelante. Aquí se pretende ver “el centro” como una tercera posición, pero miremos bien pues ese centro es en sí, un conjunto de múltiples conceptos, definiciones e intereses políticos variados que sin duda existen. A mí personalmente bueno creo es conocido, no acepto el partido único a porque si, ni el PCC ni cualquier mejor aclararlo, me complace más una social democracia participativa que ese socialismo impositivo, pero veo muy válido cualquier intercambio de ideas desde el respeto que por lo regular hoy se puede participar en la web, del malecón hacia dentro sigue siendo campo minado.
El centro no existe, solo es la manera más reciente de disfrazar el proyecto neocolonizador de EU. La «nueva forma de ver» es la vieja dependencia predominante en nuestro entorno, un extremismo consistente en ir a Washington para resolver los problemas que solo competen a los cubanos, lo otro son matices al interior de ese extremo que busca restablecer los mecanismos de la dominación: pluripartidismo y capitalismo.
El corrimiento al centro viene siendo el producto estrella de la maquinaria de guerra de la clase burguesa, en su desigual combate con las clases oprimidas, ampliamente mayoritarias en términos censales y que son derrotadas una y mil veces por la minoría privilegiada gracias a que sus medios de persuasión se han convertido en los guardianes y gurús de dicho centro.
Nada es tan perjudicial en las democracias burguesas como la aceptación por las mayorías oprimidas de un consenso ideológico gestionado por los medios de comunicación de la minoría privilegiada, bajo la ficción de que son medios independientes, imparciales, objetivos y con vocación de servicio público. A ellos les corresponde la construcción de ese centro, que marcará los límites del imaginario colectivo y donde no tardan en tomar una posición hegemónica con su ayuda los partidos políticos compromisarios de la burguesía, quedando fuera o convirtiéndose en antisistema los partidos que no comulgan con el totalitarismo ideológico creado.
Lo más nauseabundo del modelo es que en ese centro puede tener cabida cualquier producto ideológico. El neoliberalismo surgió en las cloacas de la dictadura de Pinochet, teniendo como referente las prácticas antisistema de la mafia en las sociedades del bienestar, como el blanqueo y la evasión de capitales, el fraude fiscal y a la seguridad social, la deslocalización empresarial, la especulación inmobiliaria, la búsqueda de la rentabilidad del dinero a través del juego y la ingeniería financiera. La sociedad del bienestar y las prácticas neoliberales de la mafia eran las dos caras del capitalismo. Si el viaje al centro de verdad sirviera para preservar los aspectos positivos e identitarios de una sociedad, el neoliberalismo seguiría siendo un modelo antisistema, pero es incuestionable que los aparatos ideológicos de la minoría privilegiada han logrado la proeza de situarlo en el centro del imaginario colectivo, espejo en el que deben mirarse los ciudadanos bienpensantes y civilizados, relegando a los infiernos a quienes hoy se atreven a defender los principios y valores de la sociedad del bienestar, como es el caso de los partidos tildados de populistas en América Latina.
La existencia de clases sociales en permanente conflicto bajo el capitalismo hace inviable la búsqueda del consenso y, sobre todo, desaconseja totalmente que las mayorías sociales dejen en manos de la minoría privilegiada la tarea de la creación de opinión pública y de la construcción de un imaginario colectivo interclasista, lo que ha hecho de la política un nauseabundo carnaval al servicio de los intereses burgueses. Este es el modelo que se pretende implantar en Cuba con la reivindicación de un espacio para los poderosos y totalitarios medios burgueses y de un viaje al centro capitalista donde el socialismo pasaría a ser visto como un sistema extremista y el dignísimo trabajo de la Pupila Insomne como un elemento perturbador del viaje al centro que se persigue.
Gracias a Cubavisión Internacional, quienes vivimos bajo el capitalismo hemos tenido la oportunidad de apreciar la grandeza de formar parte de una república de trabajadores de clase única y la razón fundamental de que, para la hostil y peligrosa clase burguesa, Cuba siga siendo un objetivo económico y militar. Para una sociedad de clase única o sin clases, con valores socialistas y humanistas, preservarse de los aparatos ideológicos burgueses, que tanto daño están causando a la clase trabajadora en el mundo capitalista, debería ser un objetivo prioritario, así como contribuir a la toma de conciencia de esta sobre la necesidad de adquirir conciencia e instrumentos de clase propios y diferenciados (como medios de comunicación comprometidos y objetivos). La evolución de los medios de comunicación en Cuba debería ser en la dirección de su socialización y universalización para que todos los cubanos puedan participar en la creación de opinión pública, en la denuncia de los errores y en la adopción de soluciones.
Personalmente, gracias, Sinpermiso porque he aprendido de tu comentario…
200% de acuerdo.
Opino que ese proyecto de CP definido como «corrimiento al centro» forma parte de su permanente oscilar político con la clara intención de algún día, con patrocinio de WOLA y anuencia de Washington, ver coronados sus sueños de converrse en Cuba en un partido político de la catadura de tantos que pululan en LA y España.
Que sigan soñando pues en Cuba hay y habrá un único partido y se llama Partido Comunista de Cuba.
A quien le quepa dudas al respecto que lea el Informe Central al VII Congreso pronunciado por Raul.
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