Más en corredores mediáticos internacionales de cierto grado académico que dentro de Cuba, se ha intentado difundir la idea de que se está desarrollando una corriente centrista democrática en el ámbito político nacional. La pretensión es, en principio, artificial; una construcción desde la teoría que cuenta con el concurso de medios de divulgación que no abundan demasiado en sus bases, sino en el paquete de síntomas que hacen lugar común cuando de Cuba se habla. Desde la perspectiva estratégica con que se maneja actualmente la política convencional, no acudir a las bases –propias o del adversario a derrotar– es esencial. Solo así se entra en lo que se ha llamado la estetización de la política y se la convierte en ejercicio de banalización del trabajo por el mejoramiento de la sociedad.

(de izq a der) Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Bill Clinton (EE.UU.), Juan Manuel Santos (Colombia), Tony Blair (Reino Unido), Ricardo Lagos (Chile) y Felipe González (España) durante una reunión sobre “La Tercera Vía” en Cartagena (1/07/2014). Foto: AFP /Manuel Pedraza.
Las bases actuales de ese centrismo artificial se fundamentan en la llamada tercera vía política, globalmente impulsada por Tony Blair, aunque centrada en cinco puntos básicos desarrollados por el sociólogo Anthony Giddens, ideólogo por antonomasia de esta tendencia. Los cinco puntos de Giddens son: Sigue leyendo