Las campañas anticubanas repiten una y otra vez el mismo discurso, «en Cuba no hay libertad de expresión, hay represión y es una dictadura etc, etc». Pero las imágenes que ellos mismos difunden con el fin de desacreditar la revolución cubana terminan desmontando sus mensajes y consiguen un efecto contrario de fortalecimiento y respeto a la imágen del sistema cubano, lo que demuestra por qué la revolución se sostiene en pie a pesar de los más de 50 años de guerra sucia que el gobierno de los EEUU ha mantenido en contra de la Isla Rebelde. Sigue leyendo