«En Cuba funcionamos de manera diferente. Hay un grupo de compañeros con responsabilidades ya en la dirección del país, de otras generaciones. Por supuesto lo más lógico es que alrededor de ese grupo de compañeros estén las personas que les van a dar continuidad en el gobierno hoy a la generación que sale de la dirección del gobierno del país, pero en Cuba no hay esa obsesión que aveces leemos en esos medios. Hay confianza en que la persona que resulte electa va a responder y va a tratar de trabajar por los objetivos que nos hemos trazado los cubanos».