El silencio de los corderos, o un escándalo de la inteligencia. Por Carlos Luque Zayas Bazán


Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado. Consecuentemente, ocultar por espurios motivos, y no atreverse a decir lo que se piensa de lo que otro hombre propone o piensa, tampoco puede ser honrado. Sigue leyendo