Los ideólogos burgueses, empeñados en velar la esencia clasista del Estado y del derecho, han tratado en sus teorías de desvincular estas dos categorías históricas fundamentalmente interrelacionadas y recíprocamente presupuestas. Así, nos han presentado un Estado superior a la sociedad y sus clases, como poder moderador situado por encima de ellas y sin ningún compromiso con ellas. Y nos han presentado el derecho de muy diversas maneras —según cada teoría premarxista o burguesa— pero siempre también como un conjunto de normas sociales más o menos inmutables, rectoras de la convivencia social y expresivas de la justicia innata en la razón humana, justicia suprema o razón abstracta, universal. Incluso han llegado a hablar de un Estado de derecho, como ideal de regularidad política, con lo cual se expresa implícitamente que puede existir un Estado independiente del derecho. Sigue leyendo