Este 11 de julio Cuba volverá a vivir una agitación planificada 2.0. Resta saberse si superará la virtualidad y llegará a las calles de la isla como en 2021. Quienes pretenden terminar con el sistema socialista de una nación independiente se apoyan en Estados Unidos y su clásica injerencia política. Esa que funciona en otros países, pero no en su vecino ubicado a 90 millas náuticas. Para insistir otra vez, se apela a viejas recetas. Son las que están sintetizadas en lo que podría llamarse el manual de los golpes de Estado blandos del siglo XXI. Un libro del politólogo Gene Sharp (1928-2018) llamado De la dictadura a la democracia de 1993. Lo que no funcionó con sanciones diplomáticas, ni con la lista de países parias diseñada en Washington, ni con tareas de ablande, ni con un bloqueo de más de seis décadas, se intenta nuevamente desde las redes sociales con generoso apoyo externo. Sigue leyendo