“Ha sido un año muy duro”, se lee en las redes digitales y la prensa, y también lo escuchamos en resúmenes de radio y televisión nacionales y extranjeros sobre lo que fue el 2022 para Cuba. Tanto se dice, que amenaza con convertirse en un lugar común, lo cual no le quita su carácter de frase ajustada a la verdad, que incluso pudiera ser matizada: “duro no, durísimo”.