En el marco de los reacomodos geopolíticos mundiales, la orden del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el 4 de febrero, de derribar un globo chino de espionaje
o vigilancia
–definido de naturaleza civil y con fines de investigación, principalmente meteorológicos por Pekín−, podría iniciar una nueva fase de la guerra difusa o sin restricciones
de Washington contra el coloso asiático, con repercusiones hemisféricas. Según el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, el vuelo del aerostato respondía a un intento de China de monitorear instalaciones estratégicas
en suelo continental de EU, en particular, la base aérea Malmstrom, en Montana, que alberga uno de los tres campos de silos de misiles nucleares intercontinentales Minuteman III. Sigue leyendo →
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