Iroel Sánchez
A veces son noticia, a veces nada más. Unos mueren, otros -casi siempre niños, casi siempre campesinos, casi siempre pobres- sufren amputaciones de una de sus extremidades inferiores y duelen en el paisaje de lo que fueron zonas de guerra, saltando con su única pierna, porque muchas veces ni para muletas, prótesis o sillas de ruedas tienen.