“Hermano. Se robaron su primera edición de Cien años de soledad”. Por Álvaro Castillo Granada


Varias personas me dijeron que debía escribir sobre lo que había pasado. La escritura podía ser la mejor manera de conjurar los fantasmas que me estaban asediando e invadiendo. A todas les dije que sí, que tenían razón, que tal vez después lo iba a hacer. Que ajá.

El caso es que nunca lo hice. O por lo menos hasta hoy.

Al principio podía recordarlo toda con claridad cronómetrica: minuto a minuto a partir de las 7:38 de la noche del 2 de mayo cuando David Roa me llamó a decirme: “Hermano. Se robaron su primera edición de Cien años de soledad”. Sigue leyendo