La represión policial a las protestas contra el golpe de estado en Bolivia ha causado ya 33 muertes. 83 personas han fallecido en Haití, 25 en Chile, 7 en Ecuador y 3 en Colombia en las movilizaciones contra las políticas neoliberales (1). Hay miles de personas heridas y detenidas y cientos de denuncias por violación y tortura (2).
Pero la prensa corporativa prefiere llenar sus páginas con el caso de la detención del “disidente” cubano José Daniel Ferrer y las denuncias del Departamento de Estado (3) y la OEA (4).