Reacciones a una crítica a la heladería Coppelia. Por Fidel Díaz Castro


El pasado jueves publiqué una fuerte crítica en mi perfil de Facebook sobre la heladería Coppelia.

Conforme critiqué, debo ahora reconocer –con sombrero quitado- la capacidad de reacción, análisis y toma de medidas… no solo de la dirección de Coppelia, sino de ese engranaje de fuerzas que se ha ido puliendo en el país para su nueva gobernanza. Sigue leyendo

La maquinaria vs La pupila asombrada: Resumen de noticias falsas y verdades molestas. Por Iroel Sánchez


No recuerdo haber visto antes en televisión una joya de la cultura cubana que pusimos en La pupila asombrada el pasado jueves: Sindo Garay, presentado por Odilio Urfé, cantando con uno de sus hijos los versos finales de Mujer Bayamesa, canción capital de la trova cubana, en presencia de Alejo Carpentier y Nicolás Guillén. Mucho se ha hablado del programa pero pocos han llamado la atención sobre algo así donde se mezclan cuatro grandes nombres de nuestra cultura y una obra clásica de la misma en voz de su autor

Sindo Garay cantando «Mujer Bayamesa» junto a su hijo.

Esta emisión abordó los cambios operados en Cuba en los primeros veinte meses de Revolución en el poder, desde enero de 1959 hasta la Primera Declaración de La Habana.

Las imágenes, tomadas del Noticiero Icaic, de la atención a los niños limpiabotas, de la respuesta popular a las primeras medidas del gobierno estadounidense contra el proceso revolucionario, las palabras de Fidel explicando de modo anticipado pero muy coherentemente la forma  en que la nueva sociedad emergida de la Revolución institucionalizaría su democracia en contraste con la farsa electoralista, tuvieron complemento en el testimonio de Fabián Escalante. Fabián explicó desde su experiencia personal las transformaciones de esos primeros meses en la vida cotidiana de los habaneros, las «tres Habanas» que vivían realidades bien distintas, también pasaron por la pantalla unas palabras de Carlos Puebla sobre la realidad de los trabajadores cañeros antes de la Revolución, para cerrar con las imágenes del Noticiero dirigido por Santiago Álvarez que recogen los días previos a la Primera Declaración de La Habana, seguidas de testimonios gráficos de ese momento fundacional de la política exterior que le ha granjeado a Cuba respeto en el mundo entero. Temas clásicos del propio Carlos Puebla, de Vicente Feliú, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés y una guaracha interpretada por Celia Cruz en 1959, dedicada a la Reforma Agraria, constituyeron el hilo musical del espacio, que también tuvo la presencia de otros gigantes de la cultura cubana como Sindo Garay, Alejo Carpertier y Nicolás Guillén junto a la democratización del acceso al libro y las bibliotecas en los campos y ciudades de la nueva Cuba.

Tanto los elogios como las molestias comenzaron temprano, cuando aún no había concluido la emisión. Desde una cuenta en Twitter llamada oximorónicamente Disidente Digno Libre que reproduje en mi perfil en Facebook se nos acusó de «engañar al pueblo» y ser «un programa que vende bien la utopía de la Revolución cubana», mientras en paralelo se acumularon reacciones en otros espacios de esa red social que aplaudieron el modo en que el programa abordó un período  fundamental de la historia de Cuba. Entre 260 emisiones esta es de las que más opiniones favorables ha despertado y también ha sido la que más ataques ha recibido. No pocos han pedido que se retransmita. En el blog dejaron un comentario cuestionador sobre la emisión que ha acumulado el mayor número de reacciones: «Cierto que la canción sobre la Reforma Agraria es buena y responde a ese momento histórico, pero el comentario sobre Celia (Cruz) y la postura contra Cuba que mantuvo hasta su muerte me parecieron muy pálidos!!» y otros del lado contrario se lanzaron, contra cualquier posible retransmisión, menos mal que la censura sólo existe a noventa millas al Sur de Miami, y no en esa ciudad tan plural desde donde se financian ese tipo de publicaciones.
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Fidel ya ha sido abrazado por Martí: Y echóse a andar. Por Fidel Díaz


En estos días los sentimientos se cruzan descomunales, Fidel ha huracanado al pueblo cubano, nuestroamericano, humano; el mundo repasa su obra y pareciera que vivió mil años repartiendo panes y peces, (o dándonos las manos y las luces del alma para crearlos y repartirlos). Eso tranquiliza, y ver cómo le responde su pueblo emociona, las anécdotas son incontables, quisiera estar escribiendo y escribiendo, una amiga colombiana, de vida muy modesta, al enterarse el 26 en la mañana, cogió los kilitos que tenía sacó un pasaje para venir a despedir a Fidel, una estudiante cubana de pre, estaba en una base de campismo con sus amigos, y llamó en la madrugada a sus padres llorando, pidiendo que la fueran a buscar de inmediato; en la fila de la Plaza de la Revolución para rendir tributo llevaban casi de brazo a una viejita encorvada que debió estar cerca de los 100 años de edad, otra de 83, le contaba a una periodista extranjera que había conocido al Comandante en los 70 en la agricultura, y que guardaba un papel que él le firmó; detrás de mí, escuché a una mujer que le contaba a una niña de unos 7 u 8 años: “tu abuelo era un niño cuando conoció a Fidel, en la tragedia del ciclón Flora, estaba todo inundado, habían perdido la casa, estuvieron algunas horas, el Comandante le dio dinero para que fuera hasta los restos de la bodega y buscara comida para los que estaban allí.” Le contaba la mujer que, viendo el desamparo de la madre del niño, con 11 hijos, le prometió que tendría su casa, y en menos de 72 horas (como Girón) tuvo su casa. En aquella noche del 25 de noviembre, al saberse la noticia, un joven me abrazó llorando: Yo estoy aquí, y soy, por él, soy estudiante de la ELAM (no recuerdo el país, ni su rostro, el caso es que era un muchacho que se preparaba para ser médico, para curar, algo que su pobreza no le habría permitido en otro rincón del mundo que no fuera Fidel; quizás por eso basta que me quede de aquel instante la fuerza de su abrazo y el dolor   expresado en sollozos –esencia de humanidad que pronto será expandido entre los necesitados.     Sigue leyendo

Con Cuba, ni garrote ni zanahoria. Por Fidel Díaz Castro


Nuestra América parece estar viviendo otra vuelta a las dictaduras, igual de feroces –aunque con nuevo y variado estilo. Cuando, desde los 50 comenzaron a emerger gobiernos nacionalistas, de corte progresistas, Estados Unidos intensificó su método directo de invasión o de armar golpes de estado manejando a las ultraderechas y gobiernos conservadores en los países del Sur. Sigue leyendo