José Steinleger
De súbito, de la nada
, el pueblo egipcio tomó las calles en repudio de la tiranía policial y terrorista de Hosni Mubarak. Los cronistas chéveres han redactado textos que suenan melodiosos en los oídos de la progresía occidental y, faltaba más, los inspectores de revoluciones incursionaron en el resbaladizo contexto, vaciándolo de historia y tergiversándola a modo.
Uno apuntó que Gamal A. Nasser (1918-70), padre de la nación egipcia moderna, ahorcaba comunistas
. Sibilina observación que, fuera de omitir los desafíos de toda una época (1945-70), extiende Sigue leyendo