Silvio Rodríguez
La inmediatez de las comunicaciones posiblemente acabe por imponer reajustes en algunos conceptos locales. Antes se escribía cualquier cosa en un país y aquello podía llegar a otros lugares, o no llegar. Hoy día cualquier noticia viaja en segundos por todo el planeta.
Algunos están tan aburridos en sus estados de bienestar que escriben o dibujan ofensas, y las proclaman, poniéndose a tiro de conceptos religiosos que funcionan en otras regiones. ¿La abulia de los lleva a confundir derechos ciudadanos con deportes extremos?
¿Cuál puede ser el beneficio, la satisfacción de los que, sabiendo que una provocación puede matar (sobre todo a otros), continúan siendo irresponsables?