Trump: ¿El regreso de un fantasma?. Por Iroel Sánchez


El discurso de Donald Trump en su segunda comparecencia ante la ONU ha trascendido sobre todo por el modo en que lo sorprendieron las carcajadas de la audiencia ante su autoproclamación como  el Presidente que en menos de dos años ha conseguido «más que casi ningún otro gobierno en la historia de nuestro país», embarazosa situación que fue resuelta por su por su protagonista con una nueva fake news: “No se reían de mí, se reían conmigo”.

Pero lo cierto es que el empresario y conductor de televisión devenido gobernante demostró su capacidad para unir a los representantes de todo el planeta… riéndose de él.

Yendo un poco más allá, sorprende la insistencia del mandatario en que el socialismo solo produce miseria, usada como fundamento de su ataque a Venezuela y Cuba: «Todas las naciones del mundo deben resistir el socialismo y la miseria que trae a todos».

El Presidente cubano, Miguel Díaz Canel, le respondió al día siguiente en el mismo lugar de manera contundente, recordando las realidades de un escenario internacional donde predomina el capitalismo:

«un mundo en el que el 0,7% más rico de la población puede apropiarse del 46% de toda la riqueza, mientras el 70% más pobre sólo accede al 2,7% de la misma; 3 460 millones de seres humanos sobreviven en la pobreza; 821 millones padecen hambre; 758 millones son analfabetos y 844 millones carecen de servicios básicos de agua potable.

(…)

«no son fruto del socialismo, como el Presidente de los Estados Unidos afirmó ayer en esta sala. Son consecuencia del capitalismo, especialmente del imperialismo y el neoliberalismo; del egoísmo y la exclusión que acompaña a este sistema, y de un paradigma económico, político, social y cultural que privilegia la acumulación de riqueza en pocas manos a costa de la explotación y miseria de las grandes mayorías.

«El capitalismo afianzó el colonialismo. Con él nació el fascismo, el terrorismo y el apartheid, se extendieron las guerras y conflictos, los quebrantamientos de la soberanía y la libre determinación de los pueblos; la represión de los trabajadores, las minorías, los refugiados y los migrantes. Es opuesto a la solidaridad y a la participación democrática. Los patrones de producción y consumo que le caracterizan promueven el saqueo, el militarismo, amenazan a la paz; generan violaciones de los derechos humanos y constituyen el mayor peligro para el equilibrio ecológico del planeta y la sobrevivencia de los seres humanos.»

Y surgen varias preguntas: 

En un planeta donde ya no existe el llamado «campo socialista», su principal exponente, la Unión Soviética, desapareció hace casi tres décadas, y los países socialistas de mayor peso económico y demográfico, como Vietnam y China, no se enzarzan en disputas ideológicas con Estados Unidos, ¿qué sentido tiene esa diatriba ideologizante?

¿No se sustituye la causa por el efecto cuando se habla de que el socialismo produce miseria para atacar a Cuba y Venezuela, sometidas por Estados Unidos a una guerra económica que busca precisamente eso: la miseria, guerra que contra el primero de los dos países lleva más de sesenta años, causándole pérdidas por más de un millón de millones de dólares?

¿Por qué si Cuba y Venezuela son dictaduras «socialistas» y Estados Unidos una «democracia» capitalista de ideología plural, con dos Partidos bien diferenciados, fue durante el gobierno del Demócrata Barack Obama cuando se agudizó la guerra económica contra Venezuela a la vez que se inició una nueva era de golpes de estado militares o parlamentarios en la región y se prepararon los jueces y fiscales que actualmente ejecutan la judicialización de la política contra líderes de izquierda en América Latina, como Lula da Silva, Cristina Fernández y Rafael Correa?

¿Por qué mientras el gobierno de Barack Obama negociaba con Cuba el camino hacia una normalización de las relaciones entre Washington y La Habana, le hacía la guerra al principal aliado económico cubano, Venezuela, e incrementaba con cifra récord los fondos para la subversión en la Isla y también contra los gobiernos de Managua y Caracas? ¿Por qué mientras esas estrategias golpistas no alcanzaron con Obama sus niveles más altos, fuerzas afines a  Cuba y Venezuela ganaron elección tras elección en la mayoría de los países latinoamericanos?¿Se cumple aún aquello de que la burguesía respeta sus instituciones mientras triunfa con ellas y cuando comienza a perder da un golpe de estado?

En fin, si el socialismo es un fracaso, ¿por qué Estados Unidos, lo gobierne quien gobierne, se empeña tanto en ayudar a ese «fracaso»en América Latina?¿Por qué Washington puede convivir con los socialismos chino y vietnamita y no con el cubano y venezolano?¿Tendrá eso algo que ver con que Asia no es considerado el «patio trasero» de EE.UU. como dijo refiriéndose a América Latina el Secretario de Estado de Obama, John Kerry, y no se aplica allí la añeja Doctrina Monroe, relanzada abiertamente por el actual gobierno estadounidense?

Pero no parece ser sólo el escenario internacional el único hacia el que se dirigía Trump en la ONU. Un político que se proclama «socialista» como Bernie Sanders estuvo a punto de ganar la nominación Demócrata a las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, una joven que se reconoce socialista y latina ha vencido en las primarias de Nueva York a un peso pesado del Partido Demócrata para las próximas elecciones de medio término al Congreso norteamericano y en Gran Bretaña  -históricamente el principal aliado estadounidense- el líder laborista Jeremy Corbin, que también se reconoce socialista, tiene bastantes opciones de llegar a formar gobierno. Claro que son «socialismos» muy diferentes al cubano, al venezolano, al chino y el vietnamita, pero tal  vez explicarían el empeño de Trump con demonizar la palabra.

Más cuando hace dos años una encuesta de la Universidad de Harvard a los millennials, los jóvenes norteamericanos que cuentan entre 18 y 29 años, aseguraba que el 51% de ellos rechaza el capitalismo y solo el 42% lo apoya. Un análisis del diario The Washington Post, refería que “una encuesta posterior que incluyó a personas de todas las edades encontró que los estadounidenses un poco mayores también son escépticos con respecto al capitalismo”.  El Post añadía: 

«Aunque los resultados son sorprendentes, las preguntas de Harvard concuerdan con otras investigaciones recientes sobre cómo piensan los estadounidenses sobre el capitalismo y el socialismo. En 2011, por ejemplo, el Pew Research Center encontró que las personas de entre 18 y 29 años se vieron frustrados con el sistema de libre mercado.

«En esa encuesta, el 46 por ciento tenía una visión positiva del capitalismo, y el 47 por ciento tenía una opinión negativa – una pregunta más amplia que la de los encuestadores de Harvard, que era si el encuestado apoyaba el sistema. En relación con el socialismo, por el contrario, el 49 por ciento de los jóvenes en la encuesta de Pew tuvo puntos de vista positivos, y sólo el 43 por ciento tenía una opinión negativa

¿Como se decía en un Manifiesto publicado hace 150 años un fantasma estará recorriendo otra vez el mundo, que hay que exorcizarlo desde la tribuna de las Naciones Unidas? En todo caso la culpa no sería de los autores barbudos y melenudos de aquel Manifiesto sino de la incapacidad del capitalismo para solucionar los problemas que señaló tan claramente el Presidente Díaz Canel.

(Al Mayadeen)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

21 pensamientos en “Trump: ¿El regreso de un fantasma?. Por Iroel Sánchez

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  4. ´´¿Por qué mientras el gobierno de Barack Obama negociaba con Cuba el camino hacia una normalización de las relaciones entre Washington y La Habana, le hacía la guerra al principal aliado económico cubano, Venezuela, e incrementaba con cifra récord los fondos para la subversión en la Isla y también contra los gobiernos de Managua y Caracas?´´ .Por aquellos días durante y posterior a la visita del caballerito Obama a Cuba, algunos foristas insistimos en esa ambivalencia del visitante, queriéndose ´´arreglar´´ con Cuba pero serruchándole el piso a nuestro mejor amigo, ¿a donde fue saliendo de Cuba? ,a la Argentina restauradora de Macri, pero si mal no recuerdo, también visito otros países que después devinieron en el cartel de Lima ,presidido por Almagro para tratar de joder a Venezuela.
    Obama demócrata ,Trump Republicano, ¿La misma mierda con diferente envase.

  5. ¿Como se decía en un Manifiesto publicado hace 150 años un fantasma estará recorriendo otra vez el mundo, que hay que exorcizarlo desde la tribuna de las Naciones Unidas? En todo caso la culpa no sería de los autores barbudos y melenudos de aquel Manifiesto sino de la incapacidad del capitalismo para solucionar los problemas que señaló tan claramente el Presidente Díaz Canel.

    Ojala estemos frente a enemigos de clase con semejante bagaje intelectual, que al menos hayan leído ese Manifiesto, pero he indagado en estos días, que la alusión de Trump al Socialismo, es mucho más burda, como dijéramos en buen criollo, «el tipo toca de oído». Resulta que Macri en sus tantas entrevistas y conversaciones telefónicas con Trump y sus allegados, para recabar el respaldo político y económico del Imperio, como en viejas épocas de los 90, hace alusión a la frase «si fracasamos vuelve el Socialismo», inclusive mencionan la palabra «Comunismo», es que según fuentes cercanas al Macrismo, les da «pena» evocar la palabra «populismo», porque es de eso que se le acusa al Cesar de la Oficina Oval.
    Los errores y desviaciones del Socialismo, del Socialismo que conocemos, en 70 años sobre la faz de la tierra no le llega ni a los talones, a todas las aberraciones humanas que ha provocado y provoca el sistema Capitalista en sus 400 años de existencias.
    Solo en la Argentina con casi 44 millones de habitantes, tiene actualmente la población de Cuba y un poco mas (12,5 Millones de habitantes) por debajo de la línea de pobreza, y ha sido el Capitalismo y no el Socialismo el que lo ha provocado.
    Saludos

  6. Corcho,
    Dices «la misma mierda pero con diferente envase».
    Cuànta razòn te cabe. Eso es lo màs parecido a afirmar «Igual la coca cola que la pepsi cola».

  7. El artículo que nos trae Omar ha tenido varias respuestas que he puesto como comentarios en https://lapupilainsomne.wordpress.com/2018/09/24/no-usamos-veneno-como-aroma-de-flores-por-iroel-sanchez/ pero como él no se entera lo traigo también para este. Empiezo por
    De valor y de valores en un lamentable suceso (incluye nota del Dr.C Carlos García)
    El pecado no era la manzana como objeto del deseo, sino en el símbolo que lleva: la cuestión del bien y del mal. Así, un tanto maniquea, apareció la primera división de la conducta humana y la nueva mirada al mundo insondable, en ruptura con la comodidad para vivir la aventura de la subsistencia.

    Según RT Adan era 15 000 años mayor que Eva y 15 000 mil fueron las manzanas del pecado. Ahora, con el debate surgido a raíz del incidente de la Tienda la Puntilla y las 150 cajas de manzanas compradas por un adinerado cliente, algunos vuelven a entender que el pecado está en el fruto y no en el significado del suceso. Un asunto que no es puramente mercantil, ni siquiera puramente económico, es sobre todo ideológico. Otra cuestión, para evaluar el problema hay que ver la sociedad como sistema, donde los fenómenos no se producen aisladamente.

    Tengo mucho billete y no dudaré en usarlo.

    Vamos a partir de un argumento: en una sociedad cuyo ideal es la construcción del socialismo, es decir mayoritariamente se aspira a la eliminación de toda forma de explotación- de las desigualdades sociales, de la segregación humana entre ricos y pobres- evitar la concentración de la riqueza y del poder económico privado, constituye una cuestión de principios para el sostenimiento del poder político en manos de la mayoría.

    Ante esa construcción de un ideal, de una meta, por la que se ha luchado y se ha sacrificado tanto, el hecho de que una persona pueda ir a una tienda del Estado, y vaciarla de cualquiera de los productos que allí se expenden, al precio de la exclusividad de quién tiene dinero para ello, y en detrimento de los que luego no podrán consumir el producto agotado, no es un asunto menor.

    Cuanto menos ratifica algo que ya intuimos: la creciente presencia hoy en Cuba de personas con mucho dinero, que no dudarán en usarlo sin escrúpulos, a fin de incrementar cada vez más sus riquezas. En la historia de la humanidad están grabados con fuego, los ejemplos de cómo se desespera el capital ante un atisbo de ganancia.

    Por otro lado, el gobierno en Cuba hace lo que puede, en las condiciones deformadas de la economía, para cumplir con su encargo social, de no dejar a nadie desamparado. Esa frase que parece un lugar común, contiene un descomunal esfuerzo de toda una nación, pueblo y gobierno por sostener la justicia social como práctica y ética. Hay quien lo ve como un derecho indiscutible, sin comprender el enorme peso que implica para un país pobre y acosado, poner techo a quien lo perdió, dar leche a todos los niños. Ante ese gigantesco ejercicio, el asunto de las manzanas se hace pequeño.

    No es cuestio personal el negocio es el negocio

    Suponemos que el destino de las 150 cajas de frutas eran algún negocio particular, eso nos obliga mencionar el tema del trabajo privado. El Estado cubano, su gobierno y su sociedad civil, en lo que a cada cual corresponde, busca de manera ordenada mantener un crecimiento de las diversas variantes del trabajo no estatal, una de ellas la cuestión del mercado mayorista.

    En muchas opiniones ha salido el asunto de ese mercado. Ciertamente es una necesidad, pero ¿Será que no hay voluntad política para establecerlo? o ¿Será no está en condiciones objetivas el país de abrir esas tiendas? Voluntad hay, pero con ello solo no basta, se necesita de un estable abastecimiento de productos que asegure la función social de ese mercado, y ya sabemos cuan difícil es mantener los inventarios elementales de los productos más necesarios, digamos alimentos, materiales de construcción, por citar sólo dos ejemplos.

    Como consumidor no deja de inquietante una duda ¿Servirán realmente estos mercados para regular el precio de los productos y servicios ofertados en los establecimientos privados? Y por otro lado me pregunto ¿El hecho de que no se haya podido abrir mercados mayoristas, legítima que una persona cargue, para su beneficio, con todo el inventario de una tienda del pueblo? No, definitivamente no.

    Existe un interés público de evitar la concentración de las riquezas o de la propiedad en unas personas. Ello no niega- como repiten algunos una y otra vez- el sentido de la prosperidad, sino todo lo contrario. Prosperidad no es un concepto meramente económico, ¿Acaso puede haber prosperidad del pueblo, en un país donde unos pocos desbancan una tienda, mientras que la mayoría trabaja duramente por sobrevivir?

    En Cuba no hay un retroceso en la apertura al trabajo por cuenta propia- algo que repiten una y otra vez en las matrices de opinión anticubana, dentro y fuera de la nación- las reglas, el ordenamiento en lo procedimental, impositivo y en lo jurídico, concuerdan con un Estado de derecho, y no deben ser entendidas como una regresión o satanización de ninguna de las formas de propiedad establecidas por la legalidad.

    Sobre el Trabajo por Cuenta Propia el presidnete cubano comentó en su entrevista a TeleSur
    Crece, que es un complemento de la economía estatal, y no es el sector, digamos, privado, del neoliberalismo, es un sector no estatal, un sector privado que complementa lo que se hace desde la empresa estatal, que tiene relación con la empresa estatal o con el Estado, que está en el Plan de la Economía y en nuestra planificación, cuánto aporta al Producto Interno Bruto ese sector, cuánto hay que invertir en ese sector para que tenga facilidades de producir o de dar servicios y cuánto representa del porcentaje de la fuerza de trabajo en el país. Por lo tanto, está implícito en nuestra programación económica, en todas nuestras proyecciones, y es un sector que yo diría que mayoritariamente está comprometido con la Revolución.

    No considero exista una negación al esfuerzo privado por establecerse, obtener ganancias y solvencias en los límites que regula la ley. Incontables ejemplos hay en Cuba de cuánto se hace para defender el trabajo por cuenta propia, ejercido por más de medio millón de ciudadanos y ciudadanas y cuánto por impedir que el mercado se desboque y arrase con todo vestigio de socialismo.

    El ideal socialista en esta etapa de transito ha de convivir con una desigualdad digamos “natural” en la distribución de la riqueza, debido a las dinámicas económicas – las externas y las internas- impuestas por el momento histórico concreto, y ha de sentir la obligación de fomentar los valores que le son afines para impedir que esa asimetría derrote lo humanista del sistema imponiendo el egoísmo.

    En la mencionada entrevista el compañero Díaz-Canel dio su opinión sobre el tema de las opiniones de las personas en relación a la concentración de la riqueza y la propiedad y lo que propone el proyecto de constitución:

    Aquí creo que no hay un espacio favorable para que haya concentración de propiedad y riqueza, a partir de las cosas que tenemos normadas y que tenemos establecidas y en la manera en que funcionamos. Lo que pasa es que, en medio de la situación económica que tenemos, donde el salario ha perdido un poco su papel, donde tenemos relaciones de salario-precios que son complejas –y todo esto también vuelve al tema, entre otras cosas, del bloqueo–, donde hay personas que reciben determinados ingresos, no precisamente asociados al trabajo, que para nosotros es un aspecto enaltecedor y es la vía principal por la cual los individuos se distinguen en dependencia del aporte y que en función del aporte sea lo que reciban, entonces la gente, con toda esa vocación, con toda esa aspiración legítima, defiende que no haya concentración de la propiedad y que no haya concentración de la riqueza.
    El ser humano hace la diferencia.
    En dos tiendas, personas en iguales condiciones, con iguales carencias sobre sus hombros, igual estrés y necesidades; uno se involucra en la ilegalidad el otro no. Las causas de conductas tan diferentes pueden ser múltiples, pero una primordial, una causa que transversalizan toda la sociedad, es la convicción que hacen estas personas de los valores.

    En la conducta, del pudiente comprador, quién no duda en acarrear todo el producto en beneficio personal y de paso contribuir con la malsanidad administrativa de los funcionarios públicos, hay un ejemplo del pragmatismo que roe la sociedad. Esa conducta que se expresa además en quién se apoya en la discriminación racial para seleccionar las muchachas que trabajarán como dependientas de su negocio, esa formulación ideológica de quien cree puede todo contra un Estado, que supone está obligado a servirle y lo imagina a la defensiva, es la misma de los que roban combustible y utilizan en su beneficio, los bienes de la empresa estatal.

    Esos valores, esa cultura del consumismo, nunca desaparecieron del todo en Cuba, pero habían sido derrotadas durante las tres primeras décadas de la Revolución. Los cambios impuestos por el Periodo Especial a partir de los años 90, las carestías, las necesidades acumuladas, más la penetracion de la cultura neoliberal lo que Alfredo Guevara llamó “realidades invasoras”, y la creciente brecha de desigualdades impuestas por las deformaciones económicas de la sociedad, condujeron a un deterioro de los valores, y el florecimiento de las conductas del egoísmo e individualismo.

    La cuestión volitiva es esencial en la sociedad humanista, la del humanismo revolucionario, toda tendencia a ese pragmatismo burgués, contiene en sus genes, el desprecio a la mayoría, a los humildes. Percibo mucho de ello en quiénes defienden al acaparador y sus servidores, hay mucha hipocresía en quiénes, desde supuestas posiciones de izquierda, justifican lo ocurrido si esto le sirve para atacar la institución revolucionaria.

    Sin embargo la mayoría de los humildes, el pueblo, no aprueba al acaparador o al revendedor, incluso cuando este le acerca determinado producto. No es casual que esa mayoría se haya expresado duramente en contra los acaparadores y al mismo tiempo busquen, una y otra vez, en el debate sobre la Constitución, una redacción que le proteja de los aspirantes a explotadores.

    Leí con cuidado las medidas adoptadas por la gerencia de CIMEX ante la indisciplina. Hice unas pesquisas por las tiendas de esa cadena en mi barrio, con un par de preguntas en amable e informal encuesta a los trabajadores. ¿Conoces de lo ocurrido en La Puntilla? ¿Qué medidas han tomado, al respecto en tu establecimiento? Las repuestas se pueden concentrar en dos breves oraciones: La información sobre el incidente les llegó por los medios de difusión, no por la comunicación institucional. En su tienda nada han dicho, nada ha pasado.

    De poco servirán las medidas disciplinarias, si no se hicieron acompañar de un profundo y exhaustivo análisis ideológico entre los trabajadores. El suceso de La Puntilla no es único en cuanto a actividad ilícita en los establecimientos de tiendas en divisas, la calidad de los servicios en nuestro país es una asignatura suspensa.

    Creo que los consejos de dirección, las secciones sindicales y las organizaciones políticas de los centros comerciales, debían debatir causas y consecuencias de ese y otros muchos problemas similares con los trabajadores de las Tiendas Recaudadoras de Divisa. La solución ante esos problemas debe venir desde ángulos diversos, uno de ellos es el control popular.

    Eso me lleva a otro asunto del mismo problema, la combatividad ante lo mal hecho. La denuncia hecha por el periodista no debería ser asombro, el pueblo es el mejor velador de sus derechos. La proliferación de una conducta de desidia, de falta de compromiso ante lo mal hecho se considera un mal que la sociedad cubana no puede permitirse. La famosa “atención al consumidor” por ejemplo, es muchas veces un mural de esquina, donde le sube la presión arterial al más calmado monje.

    La combatividad no implica sancionar, sino ante todo, prevenir el mal mayor. Las críticas a tiempo salvan a muchas buenas personas. ¿Acaso fue la primera vez que esos trabajadores y cuadros sancionados habían cometió errores similares? Probablemente no, pero tal vez no hubo llamadas a tiempo, críticas o alertas. Si cuando vemos una violación, nos hacemos de la vista gorda, porque eso es un problema de otro, entonces será muy difícil la tarea de defender lo que es de todos.

    Por último, retomar la idea de que los fenómenos sociales están interrelacionados, los incidentes, como el que motiva está reflexión, no se pueden observar desde un único enfoque, mucho menos cuando se trata de temas de carácter económico. El economisímo tecnocrático es como el hueso desnudo, pelado al sol, sin una pizca de sustancia, de nada sirve para abordar las complejidades humanas de un sociedad en transición socialista. Hay que enfocarse en el ser humano, él hace la diferencia, mucho más cuando decidió escapar del confortable paraíso heredado y adentrarse en la aventura de hacer su propia historia.

    Nota: Lei el post del DrC Juan Triana publicado en Segunda Cita y se lo envié al profesor Carlos García con la idea que opinase al respecto. Esta es su opinión y demás esta decirlo pero me autorizó a hacerla pública.

    Estimado Rafael, solo porque eres mi compañero y amigo me animo a hacer unos brevísimos comentarios sobre el artículo de Triana.

    Como de costumbre JT escribe un artículo interesante, que no es sinónimo de bueno, tampoco de malo.

    Atribuirle cualidades humanas a la manzana es irrisorio además de innecesario, pero estas “chabacanerías” son tan inmanentes en sus artículos como la profundidad de muchos análisis.
    Por eso es mejor tratar de identificar algunos momentos esenciales del trabajo.

    1) Pienso que tiene dos intencionalidades; la primera justificar el hecho y la segunda tomarlo como pivote para criticar la política económica de racionalizar un grupo de productos e incluso extender la crítica a problemas económicos y sociales de mayor envergadura.

    2) Aunque se basa en la economía política para restarle gravedad al asunto y fundamental su justificación, coincido con tu apreciación que en el fondo el enfoque es economicista por lo que sigue:

    3) No aprecia en su magnitud la gravedad de la especulación y el consecuente enriquecimiento bursátil distanciado completamente de la producción de bienes y servicios directa. No tiene en cuenta la fuente de esa suma de dinero, si es legal o ilegal. Solo menciona, pero no repara en la violación de la disposición de solo poder vender (la entidad) hasta un %de sus inventarios. Eso ya es una ilegalidad que deslegitimiza el acto comercial. Tampoco cuestiona si ese comprador que el mismo conceptúa de rico tiene licencia para vender esa cantidad de manzanas. De igual forma no incluye entre sus tantas suposiciones que ese hecho que, pudiera ser fortuito, se reproduzca cada vez que la entidad compre manzanas con ese dinero que no proviene del pueblo sino de una o pocas personas que no viven como vive el cubano promedio, e incluso trasladarse la operación a otros productos, lo que estaría creando un mercado paralelo espurio y hasta una verdadera mafia comercial, que tampoco es nueva pero sería más combustible para el fuego.

    4) En resumen no se trata solo de un hecho puramente de mercado sino de un conjunto de actos violatorios de la legalidad socialista además de todas las implicaciones éticas que contiene.

    5) Creo que JT tiene razón en algunas cosas. En primer lugar la ineficacia de combatir las consecuencias y no las causas del desabastecimiento o limitación de la oferta, aunque no comparto su opinión de cómo afrontarlas; en segundo lugar el problema de la importación de manzanas cuando hay desabastecimiento de otros renglones más importantes para el consumo del pueblo.

    6) Me parece que con todas las debilidades de propensión ideológica que pueda el artículo, es un material que debe ser considerado por las personas e institucional vinculadas con la economía e incluso con el Gobierno. Como expresó el laureado economista Alfredo González “una teoría puede ser falsa y sin embargo reflejar aspectos importantes de la realidad.” La exposición de Juan no llega a ser una teoría pero en esencia cumple con la sentencia de González.
    Un abrazo
    Carlos.
    https://turquinauta.blogspot.com/2018/09/de-valor-y-de-valores-en-un-lamentable.html

  8. Y este otro, también para Omar:
    Cuba: La Puntilla rasga disfraces
    Marco Velázquez Cristo.

    No se ha de permitir el embellecimiento del delito, porque es como convidar a cometerlo.

    José Martí.

    La “lógica” cargada de olvidos imperdonables, de feroz defensa del individualismo y de injustas imputaciones al Estado que algunos aplican para tratar de justificar el injustificable hecho de La Puntilla, obliga a esclarecer lo que aparentan ser disparates y en realidad son reflejos del pensamiento de clase de estos abogados del mal.

    A uno de esos estólidos se le ocurre poner como salvador de La Puntilla al comprador de las famosas manzanas, su argumento, en síntesis, “no se echan a perder, los consumidores solo pagan un poco más, el estado recibe su dinero y puede reinvertirlo en la compra de esa fruta”. En todo esto existe una mezcla de hipocresía, mala intención y de decoro ausente.

    Las palabras deshonran cuando no llevan detrás un corazón limpio y entero.

    José Martí.

    Es insólito que alguien pueda concebir que el Estado revolucionario por recoger un puñado de dinero o por cualquier otra razón, tolere, justifique, apañe o deje impune un hecho punible. Es vil una apreciación o propuesta como esa, que refleja la catadura moral de quien la hace. La limpia, coherente y ética trayectoria de principios de la Revolución cubana hacen impensable que actue de esa manera, mucho menos si se trata de ir contra los humildes, que son por y para quienes se hizo y con los cuales siempre ha querido su suerte echar.

    Por otra parte, la hipócrita “preocupación” de que las manzanas se puedan echar a perder, que trata de convertir a un acaparador en un hacedor de bien, es un sinsentido; estas se almacenan en ambientes refrigerados y la tienda de marras tiene esa posibilidad y además él reconoce que cuando se compran tantas manzanas es porque estas tienen mercado. Esto demuestra el doblez de este personaje.

    Para él la tienda de La Puntilla está en un lugar de difícil acceso por lo que las personas para llegar allí deben invertir una determinada cantidad de dinero que al final le encarecen el mencionado producto y por lo tanto preferirían pagarlo un “poco” más caro pero que se lo pusieran más cerca.

    Dicha tienda no es la única entidad estatal que vende manzanas, no necesariamente hay que trasladarse hasta allí para poder adquirir ese producto; pero en la calle si hay que pagar obligatoriamente el precio que exigen quienes lo revenden. ¿Un pequeño olvido voluntario del improvisado abogado?

    Analicemos como el individualismo, la falta de integridad moral y un pensamiento signado por un interés de clase, condiciona el concepto que tiene este “economista” de lo que es, “un poco más caro”:

    El precio de las manzanas en las tiendas estatales es de 0,45 CUC, ($11,25 MN), en la calle este oscila entre $20,00 y $25,00 pesos MN, es decir por cada manzana usted paga de $8,75 a 13,75 pesos MN de más; si compra 10 entonces la cifra se incrementa a $87,5 pudiendo llegar hasta $137,75 pesos MN. Esto significa que con el dinero que compraría 10 en la calle, en cualquier tienda pudiera adquirir entre 17 a 22 manzanas. Para este “letrado” que cobra por torcer su pluma el dinero no es problema, indolentemente olvida que para la mayoría esas manzanas a ese precio son mucho más caras.

    Antes quisiera yo que se desplomaran, no digo tronos de emperadores, los astros del firmamento, que ver caer del pecho humano el sentimiento de la justicia, ese sol del mundo moral.

    José de la Luz y Caballero.

    Asevera sin ningún pudor que si al enriquecido comprador de manzanas que defiende y a otros se les permitiera importarlas de seguro las venderían a un precio menor que el propio estado. Otro “pequeño desliz”.

    Las manzanas para su conservación y transportación deben estar en ambientes refrigerados a temperaturas que oscilan entre –1ºC y 3º según la variedad, con una humedad relativa entre el 90 y el 95%, por lo tanto, su traslado es costoso, y en el tendrían que intervenir camiones, barcos o aviones, esta última vía limita la cantidad y resulta demasiado cara.

    En caso de usar buques que es lo más lógico, se incurre en gastos de: alquiler de espacio en estos y de contenedores (de 20 o 40 pies) que deben ser refrigerados, en la electricidad que estos consumirán en el puerto, el cobro por la estancia y manipulación en esos lugares tanto en origen como en destino, etc. Se debe tomar en cuenta el tiempo de transporte a Cuba porque los días navegados también se cobran. Por supuesto si se permitiera su importación se le cobraría un arancel por ese concepto; es lo normal.

    Todo eso no hace barato importar manzanas, entonces, ¿Nos las venderían más baratas?, no me joda.

    No me detendré en la falacia de que un mercado mayorista por si solo evitaría la ocurrencia de hechos como el que se ha estado analizando; en un artículo anterior ya me referí a ese tema, solo agrego que hay que ser muy inmoral para afirmar tal cosa.

    Defendiendo el acaparamiento, la especulación, la explotación de los más humildes por los que más tienen, intentando culpar al Estado de lo ocurrido en La Puntilla y de justificar ese detestable hecho, este personaje y otros como él se revuelcan en el mismo estiércol y despiden la misma fetidez de la indecencia y la falta de pundonor de los facinerosos que en el participaron.

    Una pregunta, para el abogado de las malas causas, ¿hubiese usted denunciado a los malhechores sorprendidos en infraganti como valientemente hizo Iroel?, si me dice que sí, me esmorezco de la risa.

    Con Fidel le digo, “…frente a cada cobarde hay muchos héroes, frente a cada traidor hay muchos hombres leales, y frente a cada bajeza hay mucha nobleza y mucha grandeza…”

    https://postcuba.org/cuba-la-puntilla-rasga-disfraces/#.W60KouT8vMU

  9. Evita su mirada o te llevará a tus peores pesadillas, tiembla, panícate, la sombra oscura, el fantasma Belzegor salió de su parisino Museo del Louvre y se mutó en el museo de los horrores ONU de NY en el fantasma de la Casa Blanca, pero esta vez tuvo alguna dificultad añadida para transmutar su oscuridad tenebrosa en ese cómico tupe de zanahoria que hablaba a la audiencia de las miserias que el socialismo producía., así tal cual, como si estuviera en la sala de convenciones del Hotel Trump International de New york, en unas palabras a la «Asociación de hosteleros lujuriosos VIP» advirtiéndoles de la necesidad de expulsar a vagabundos y mendigos que se aproximen a la puerta de sus hoteles de 5 estrellas. Mientras tanto trataba de disimular su envidia, una resentida demócrata, la Hilaria Clinton, que se le quedó congelada la risa de hiena psicópata aquella, cuando visito Trípoli, desde que no pudo superar al magnate hotelero y estar ahora ella en esa tribuna.

    Pero vamos a salir del circo ese de fieras, y nos encontramos con la dignidad, con la inteligencia y con la contundencia en sus palabras del presidente de los cubanos, Miguel Díaz Canel, la miseria no la produce el socialismo, la crea y se recrea en ella el capitalismo. Fidel parecía que caminaba por Harlem de nuevo, en San Patrizio, no necesita transmutarse en ningún otro porque ya está en el corazón de todos los cubanos con decoro y de todos los revolucionarios del mundo y ahora en el corazón y en el alma del presidente Díaz Canel.

  10. Hermano Corcho, de prosa en prosa y tiro porque me toca, después de unos días de ausencia como dices y de mucha extrañeza por otra parte. He leído los post donde te has desatado, y en especial en el de “ No usamos veneno…” con Monseñor Giordan rodriguez de la rodriguera, voy a darme una vuelta por dicho post para dejar alguna “marca”, yo creo que ese neo-forista tiene algún complejo de perseguido, por Iroel, por el blog, es como una necesidad de ser aceptado, ser tenido en cuenta, ser parte del grupo, (por esto “cita” segundacita de Silvio) y resulta que pasó inadvertido también, no le dieron bola… En fin, como suelo decir, no somos ná…

    Me he enterado que vas a preparar un aguardiente para Rodolfo pa’ cuando vaya a tu Ciego, bueno yo quiero apuntarme y como te dije en una ocasión, lo voy hacer a la mínima oportunidad, ojalá pudiera coincidir con Rodolfo también. Un abrazo

  11. Puede que no fueran tan desatinadas las palabras del nuevo frankenstein de la política norteamericana al afirmar «que ha conseguido más que casi ningún otro gobierno en la historia de nuestro país», al servicio claro está de la privilegiada y genocida clase social que él representa, lo que debería ser motivo de profunda preocupación para las clases sociales oprimidas, dentro y fuera de Estados Unidos. Aquí el problema reside en no hacer una lectura de clase a los discursos de los peones de la oligarquía. Si aceptamos que las sociedades capitalistas están estructuradas en clases sociales en permanente conflicto, sobre todo bajo las políticas deshumanizadas y excluyentes del neoliberalismo, tenemos que celebrar con horror los de abajo el giro dado por Trump dentro de la espiral de giros a la derecha típicos de la revolución neoliberal en que estamos inmersos.

    Desgraciadamente, al nuevo Calígula de la política imperial sólo se le habría respondido con veladas risas, reinterpretables por sus autor y sus aparatos propagandísticos como «se reían conmigo», si ya no existieran en el mundo gobiernos al servicio de los de abajo, como el cubano y el venezolano. Con enorme valentía y dignidad, Díaz Canel se encargó de aclarar el rumbo de los cambios logrados por Trump al describir los crímenes y miserias del capitalismo, entre los que habría que incluir la mayor parte de los problemas y límites del socialismo como proceso histórico al que el capitalismo le declaró una guerra abierta y sin cuartel desde su nacimiento, consciente de que había surgido para superarlo y arrojarlo al basurero de la Historia. Como sistema hegemónico que ha sido y es, el capitalismo ha ejercido tremendo magnetismo sobre el devenir histórico del socialismo, con el claro propósito de hacerle fracasar, ya fuera influyendo en las más importantes decisiones y liderazgos o colocando toda clase de palos en la rueda.

    Muy acertados los comentarios de Iroel al denunciar las cantinfladas de la burguesía. El 5% de la sociedad sólo puede jugar a la democracia como farsa, que es lo que hace la burguesía al utilizar a sus peones históricos (conservadores, liberales y socialdemócratas) como representantes de todo el universo social y combatir a los representantes del 95% restante como enemigos de la democracia y de la justicia social. Si el pueblo ha llegado a la conclusión en el capitalismo de que todos los partidos que gobiernan bajo «normalidad democrática» son iguales, lo que resultaría difícil de entender, si no fuera por el sesgo totalitario creado por el oligopolio mediático de la oligarquía, es que todavía no hayan logrado la acertada y feliz conclusión de que sólo puede ser debido a que todos ellos están al servicio del mismo amo. Al controlar todas las piezas del tablero, no sólo han logrado crear una apariencia de democracia sino que además han desacreditado a la izquierda, al identificarla con la socialdemocracia (única corriente que disfruta de legitimidad aquí, como fiel escudero que es), lo que ha generado enorme transfuguismo en las clases inferiores hacia posicionamientos conservadores, y ha obligado a la verdadera izquierda a convertirse en opción política revolucionaria y antisistema, ya que, a cualquier sistema creado por el 5% de la sociedad y a su entero servicio, se le podrá apellidar de muchas maneras, pero jamás como un sistema democrático.

  12. Iroel: el sistema me pedía mi identificación completa y he aprovechado para actualizar mi correo electrónico y modificar mi nick. Espero que ello no me cree ningún problema a la hora de participar en el blog.

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