Querido Comandante de la Vida. Por Sara Rosenberg


Decir Fidel es hablar de vida. Vida en muchos sentidos pero en uno especialmente: elegir la vida y combatir todo aquello que la degrada y la hace inhumana.

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La revolución cubana es nuestra victoria y siempre lo será. Es una luz en medio de la oscuridad de un mundo espantoso en el que los valores dominantes son la chatarra mental y el consumo bestial. Un mundo que produce seres no humanos a través de un férreo aparato ideológico y cultural que destruye las verdaderas posibilidades y la creación humana para alimentar sólo la máquina depredadora, el consumo absurdo, las ilusiones vanas, la mentira y el crimen como parte ya de la vida cotidiana. Ese sistema casi naturalizado, depresivo y pancista que cree que ser humano es tener y no ser. Millones de muertos en nombre de ese comic funesto del coche y el vaquero, y la pornografía ideológica que los sustentan. Un aparato infernal ideado perfectamente para producir esclavos sin pizca de rebeldía, mutilados, no humanos.

Quiero hablar de vida porque la existencia de un Fidel que vibró y vibra en la montaña, en el llano y en nuestro corazón desafió sobre todo la degradación que el capitalismo impuso en las enajenadas y depresivas cabezas de occidente y del mundo.

Quiero hablar de vida, porque no sólo son los logros de la revolución en todas las áreas -que adjunto y en las que me quedo corta-, sino una revolución espiritual profunda, cultural, ideológica de valores humanos. Eso es la Revolución comunista. Eso es la construcción del ser humano nuevo. La humanidad en marcha.

Quiero hablar de vida porque nuestro Comandante siempre habló de vida, de otra forma de entender la vida en el planeta y no es casual que cada vez que hablaba relacionara de una manera lógica y profunda la educación y los cultivos, la técnica y la filosofía, la creación artística, política y social y la vida cotidiana del pueblo capaz de resistir las más terribles agresiones, bloqueo, sabotajes, difamación y que a pesar de tantos y tantos años de castigo sostiene y levanta las banderas de una nueva humanidad no alienada, libre y soberana. Porque cada vez que Fidel habla, cada vez que escucho ese milagro de su palabra coherente siento cómo florece y estalla la verdad. Una palabra que hemos de recuperar para seguir luchando: la verdad. Ser capaces de verla, de amarla, de sentirla, de darle forma en cada rincón del mundo.

Quiero hablar de vida, porque es otra dimensión que el imperialismo siempre trató de degradar y fue vencido. La guerra constante del imperialismo contra Cuba y contra Fidel tiene que ver con esto, el odio de la gusanera tiene que ver con esto, los sabotajes y el bloqueo tienen que ver con esto: había y hay que destruir la revolución porque es la fuerza de la luz y de la vida haciéndose a si misma, consciente y poderosa, una vida diferente que jamás permitirá tratar al ser humano como mercancía.

Y ese es el profundo y el triunfante mensaje que es hoy carne en el pueblo de Cuba y en todos los pueblos del mundo que luchan por su liberación del capitalismo criminal.

Quiero hablar de vida porque Fidel vive y vivirá para siempre, en cada joven que aprende y despierta, en cada niño amado que escribe su nombre por primera vez, en cada mujer que crece en igualdad, en cada trabajador respetado, en todos y en cada uno de nosotros, también en los que vivimos en las tripas del monstruo y que necesitamos aprender y despertar, romper el ruido que nos hace ciegos y nos destroza el corazón y el espíritu, nosotros, si, los apegados al falso bienestar individual e individualista, nosotros, desterrados de lo colectivo y sumidos en un discurso oscuro y nefasto, si: nosotros tenemos tanto que aprender de Fidel, de ese milagro capaz de ser y crear un ser humano libre y solidario.

Y digo Nosotros, porque Fidel es un inmenso y luminoso Nosotros, al que sin duda pondremos de pie para que la vida humana deje atrás los siglos de explotación y barbarie que pretenden imponernos como único camino. Hay otro horizonte, más allá del vaquero, el dólar y el coche, hay un camino abierto por el pueblo cubano que es ya indestructible y que está sembrado en los que tuvimos la suerte de compartir y aprender de este ser humano inmenso que iluminó nuestro siglo XX y XXI.

Desde aquí, desde Madrid, desde esta ciudad que un día fue digna, y en la que las Brigadas internacionales y el pueblo en armas dijeron ¡No pasarán! seguiremos adelante, aprendiendo, luchando hasta la victoria siempre junto a nuestro Comandante de la Vida y nuestros hermanos cubanos.

* Se que no hace falta adjuntar y que faltan La Operación Milagro, el YO si puedo y muchas cosas más, como la solidaridad internacionalista con los pueblos de Asia, África y América Latina y aquellas cosas esenciales y a veces inconmensurables: la humanidad profunda, la música de eso que se llama alma o conciencia.

17 pensamientos en “Querido Comandante de la Vida. Por Sara Rosenberg

  1. Bellas y conmovedoras palabras.
    Me provocaron que se me humedeciran los ojos y erizara la piel.
    Gracias por trasmitir tan hermosos pensamientos.

  2. Fidel ha sido “El último de los Grandes”, como lo calificara un periódico italiano a fines del pasado siglo, y ahora también otros medios y personalidades del mundo. Siempre merecerá respeto y admiración, de la gente de bien, quien consagró su vida a la lucha por la justicia social. Sin ser perfecto, como todo ser humano, fue el líder que más hizo por los necesitados del mundo. Nos puede quedar el orgullo de saberlo nuestro.

  3. Una vez más el capitalismo nos está mostrando su verdadero rostro, acabada la etapa en que el consumo de masas se convirtió en una estrategia rentable para garantizar una tasa de acumulación creciente.

    Muchos creyeron ingenuamente que la filantropía era compatible con un sistema productivo cuya única ley sagrada consiste en garantizar un valor de cambio en permanente crecimiento. Aquí reside el carácter profundamente anti-vida y patológico del capitalismo: en la adictiva y obsesiva búsqueda de la ganancia, del valor de cambio de las cosas, aunque se conviertan en instrumentos de sufrimiento y destrucción. La chatarra mental y el consumo bestial que cita Sara no son otra cosa que valiosas herramientas para la acumulación, aunque contengan las semillas de la adversidad y de la decadencia. ¿Acaso podemos olvidar que la mentalidad capitalista arrastró a la Humanidad a dos devastadoras guerras mundiales o que está detrás de las injusticias, desigualdades, estafas y guerras de las últimas décadas?

    Necesitamos con urgencia un estudio profundo de la mentalidad burguesa desde un punto de vista psicológico, que destaque su carácter profundamente patológico y destructivo. No hay nada bello ni noble en el corazón de los burgueses sino la más irrefrenable ambición de poder, basado en la acumulación y donde es el potencial cuantitativo de los símbolos y de las cosas lo que determina el estatus y el dominio sobre los demás. Si nuestras sociedades son capaces de reaccionar con diligencia y contundencia ante los crímenes de un psicópata, resulta incomprensible que ni siquiera se haya generado alarma social sobre una patología tan grave y de consecuencias infinitamente más devastadoras, sobre todo cuando, para garantizar el crecimiento de la tasa de acumulación, se tiene que recurrir a las más lacerantes formas de explotación, saqueo, despilfarro, manipulación mental, exclusión social y campañas de descaste y eliminación de rivales.

  4. La Patria entera llora porque se nos ha ido el más grande, el que nos enseño a pensar, a luchar, a amar, a soñar…

  5. ¿Por qué las cenizas de Fidel no están en la Plaza de la Revolución? ¿Por qué el pueblo le tiene que rendir tributo allí a una imagen y no a sus restos mortales???

  6. Se informó que el tributo a los restos mortales será mañana en el acto de las 5 pm y a partir de ahí recorrerán hasta Santiago recibiendo el homenaje del pueblo. La foto, como la Plaza es un símbolo.

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  8. Fidel no puede irse ,Fidel no puede morir, Fidel tiene que vivir infinita y profundamente en cada uno de los cubanos, es la única alternativa que tenemos para salvarnos como país, en la individualidad de cada precepto de su concepto de revolución y en la integralidad dialéctica en su conjunto, debemos encontrar la guía para el diario bregar, Fidel y la generación del centenario, en el cincuenta y tres, no permitieron que Martí muriera, hoy nos toca a nosotros no permitir que el parta, hoy es nuestro Moncada, hoy es nuestro propio juicio donde la historia nos deberá absolver

  9. Gracias Sara por tus bellas palabras que cogen cuerpo cuando se leen, que toman forma cuando se piensan, que inspiran sentimientos cuando hablan de vida, porque entonces sabemos que nos hablas de nuestro comandante en jefe Fidel !!

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  14. «La muerte no es verdad, cuando se la cumplido bien la obra de la vida». Por ello Fidel estará por siempre entre nosotros. Su muerte, lejos de ser un golpe quebrantador será la fuerza que nos seguirá impulsando hacia lo inalcanzable, hacia lo que parece irreal. Y es que Fidel ha sido, es y será, el más grande y universal de los hombres en el siglo XX. Su pensamiento, acompañado de la acción, será la guía y ejemplo para seguir construyendo una sociedad nueva, una sociedad más justa, la sociedad que tanto soñó y que nosotros los jóvenes cubanos no dejaremos de batallar porque se cumpla. Viva por siempre Fidel!!!! Hasta siempre mi Comandante!!!!

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