Una trampa que se quedó sin presa


Iroel Sánchez

Cubierta de uno de los libros de María Antonieta Collins, la autora de la pregunta al Papa sobre el marxismo.

Apenas despegaba de Roma el avión que trasladaría a México y Cuba a Benedicto XVI, la prensa occidental se entusiasmaba con las declaraciones del Papa sobre la actualidad del marxismo, en respuesta a una pregunta de una de las periodistas que acompañaban la comitiva papal.

Poco después, el canciller cubano Bruno Rodríguez sería interrogado al respecto, buscando una declaración que enfrentara a las autoridades cubanas con el Vaticano en vísperas de la visita del Sumo Pontífice a la Isla. El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba respondió con cortesía y aplomo, evitando la trampa obvia que le tendían.

Sigue leyendo