Pascual Serrano/Rebelión
Hace unas semanas se anunció la detención de un brigadista forestal acusado de provocar varios incendios en la Comunidad Valenciana. Es decir, el profesional que se dedicaba a apagar los fuegos consideró que el mejor modo de no quedarse sin trabajo era provocarlos. La verdad es que se trata de un conclusión bastante lógica, como lo es en otros ámbitos de la economía. Por ejemplo las empresas farmacéuticas nunca desearían erradicar una enfermedad si eso supusiese que su producto dejase de ser necesario. Y las de armas tampoco querrían terminar con una guerra y Sigue leyendo