IBM a Cuba: «si te acuerdas de mi, no me menciones…»


Iroel Sánchez

Recuerdo de mis años de estudiante universitario una frase: «compatible IBM».  Era una exigencia que hasta los programadores soviéticos o de otros países del entonces campo socialista se esforzaban por complacer. Todo lo que se hacía en el terreno de la computación debía cumplir con esa condición. IBM era el rey e imponía sus reglas en el mundo entero, como en la  ranchera   homónima de José Alfredo Jiménez: “…hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley” Sigue leyendo