Iroel Sánchez
Pocas veces llegan noticias de Reyjavik, la lejana y fría capital islandesa. Sabemos que fue sede del célebre match ajedrecístico entre Bobby Fischer y Boris Spassky en el verano de 1972. También allí, ocurrió una cumbre entre Reagan y Gorbachov, en la época en el que el dirigente soviético proclamaba su “nueva mentalidad para nuestro país y para todo el mundo», que terminó poniendo gran parte del planeta –incluyendo Sigue leyendo