Iroel Sánchez
Los admiradores del modelo comunicacional norteamericano, suelen referirse como ejemplos de dinamismo a los voceros de la Casa Blanca. Sus rápidas reacciones para opinar de cuanto acontece en el planeta, son inmediatamente amplificadas por los corresponsales en Washington y estudiadas por políticos, directores de medios y facultades de periodismo. No existe oscuro ni luminoso rincón del mundo que no reciba los mensajes enviados desde la Avenida Pensylvania.
Si a esto se suman las sonrientes imágenes de Barack Obama ante la prensa, se completa la Arcadia informativa exportada desde la capital de los Estados Unidos. De vez en cuando sucede algún exabrupto como el despido de Helen Thomas, pero para algunos son excepciones que sólo vienen a confirmar Sigue leyendo