La balada de Elpidio Valdés. Por Silvio Rodríguez


A finales de 1961 yo estaba de aprendiz de dibujante en la revista Mella. Había llegado allí cuando la enseñanza secundaria no se había reactivado del todo, tras la recién concluida Campaña de Alfabetización. Embullado por mi padre, me había presentado en la publicación con algunos dibujos bajo el brazo y resultó que mi ídolo, el gran Virgilio Martínez, hizo colocar una mesa al lado de la suya, para que desde aquella posición privilegiada aprendiera en qué consistía el arte de la historieta. Tiempo después, cuando las secundarias reabrieron puertas, decidí matricular en la sesión nocturna, porque durante el día, en los dos años siguientes, no hubo quien me sacara de mi rincón del Mella. Allí, en la calle Desagüe números 108 y 110, miliciano e imberbe, incluso viví la crisis de octubre del 62. Sigue leyendo

Miami después de Trump. Por Emilio Ichikawa


La Krome Avenue era un campo y ahora es un desierto
Llueve. Detrás de los cristales del transporteichon llueve y llueve. Y en la Krome Avenue, desde la Campbell Drive a la Calle 8 bien al west, no hay un tipo a la vista. Los campos roturados (un decir, porque en el sur de Miami se siembra sobre arena, no sobre tierra como en Cuba; o sobre cenizas, como en Japón) están deshabitados: los guatemaltecos, nicas y salvadoreños (aquí los patrones son mexicanos y los ex guajiros cubanos inversores) temen que los detenga la migra. Es su interpretación.

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