Fidel sobre Estados Unidos, la democratización de Cuba y una perestroika cubana


Fragmento de entrevista con la periodista Beatriz Rangel, de la revista mexicana Siempre. Lugar: Palacio de la Revolución. Ciudad de La Habana. Fecha: 09/05/1991

Beatriz Pagés.-  Ya me ha dicho usted de alguna manera, que la unidad de Cuba es necesaria frente al imperialismo norteamericano; sin embargo, quizás para ampliar un poco el aspecto de la democracia, quisiera preguntarle si considera que la constante agresión de Estados Unidos sobre Cuba ha impedido que el proceso de democratización en la isla sea más acelerado y más profundo.  No sé si de alguna manera…

Fidel Castro.- 
 Creo que no debo aceptar la premisa de que el proceso podría ser más acelerado o que el proceso sería más profundo.

Creo que la Revolución constituyó un proceso acelerado de democratización por sí misma frente a lo que existía en nuestro país y fue un proceso muy profundo, de modo tal que nosotros no consideramos que estamos entre las perspectivas de algo acelerado que esté impidiendo Estados Unidos; más bien diría que Estados Unidos no pudo impedir ese proceso acelerado y profundo que significó la Revolución.

Estados Unidos puede influir en las formas mediante las cuales nosotros llevamos a cabo nuestro proceso democrático, puede influir en las formas —es decir, cobra vital importancia en esta lucha la unidad—, eso está determinado por un factor externo en un grado más alto de lo que tendría si nosotros no tuviéramos esas amenazas, entonces tu podrías decir:  “Señores, esto no es vital.  ¿Quieren examinar otras formas de organización?  Bueno, podíamos crear otras formas de organización.”  Pero hay una premisa de la que tú partes:  esta arma, este instrumento, en este momento histórico, en esta coyuntura que no se sabe lo que puede durar, es un arma a la que no puede renunciarse.  Ese es un principio.  En ese sentido influye, pero no creo que otro proceso tenga que ser, necesariamente, más democrático o más profundo.
Realmente veo el espectáculo de lo que ocurre en algunos países que tienen 100 partidos, 120.  No creo que se puede idealizar eso como forma de gobierno, no se puede idealizar eso como democracia, esa es la locura; esa es una manifestación de enajenación.  Cada vez que aparece un caudillito y cada vez que aparece un demagogo cualquiera, organiza un partido y tienen 100 partidos.  Yo quiero que tú me digas si un país del Tercer Mundo se puede hoy organizar y desarrollar con 100 partidos, si eso conduce a alguna fórmula saludable.

Si vamos a analizar la historia de América Latina, las pautas que trazó Bolívar no fueron esas.  Bolívar tenía un pensamiento como el martiano; tenía mucha conciencia de los atrasos políticos de nuestras sociedades, de la ignorancia de nuestras sociedades, que vivieron bajo siglos de colonialismo y de muchos factores que impedían el desarrollo.  Bolívar no solo fue partidario de la unidad entre las naciones latinoamericanas, fue partidario de un nivel de centralismo alto como requisito para llevar a cabo la guerra de independencia, la integración y el desarrollo de Latinoamérica.  Nunca habló de partidos, más bien se quejaba de las facciones que existían y estorbaban el proceso de la lucha de independencia, y de las facciones que estorbaban el desarrollo y la integración de América Latina; eso estaba en el pensamiento bolivariano, incluso en determinadas instituciones.  Él hizo una constitución para Bolivia, cuando Sucre estaba de presidente en ese país, introdujo en ella una serie de ideas.  Él era republicano por encima de todo, rechazó sugerencias monárquicas y proposiciones de ese tipo; fue muy firme en eso, de una firmeza conmovedora, impresionante y sabia.

San Martín tenía la idea de una monarquía en Suramérica que incluyera a Perú, Chile, Argentina.  No creía ni siquiera que la forma republicana fuera adecuada, de tal forma desconfiaba de las realidades del hemisferio.

Estoy seguro que Martí, Bolívar, Juárez, y otros se quedarían horrorizados con el espectáculo que hoy se observa en muchos de nuestros países latinoamericanos, la desorganización, la división, el caos.

Bolívar era contrario a copiar las instituciones europeas, y era contrario a copiar las instituciones de Estados Unidos, como forma de gobierno; se correspondían a otra mentalidad, a otra idiosincrasia, a otras sociedades, a otra época.  Y muchos de nuestros más ilustres pensadores criticaron la forma en que aquí quisieron copiar y transferir, hacer ese trasplante de instituciones políticas que no se ajustaban a nuestras realidades.  ¿Qué han resuelto?  ¿Qué ha resuelto América Latina?  Cuando se van a cumplir casi 200 años del inicio de las luchas de independencia en América Latina, cuando faltan solo 20 años para llegar al bicentenario de la proclamación de la primera independencia en Venezuela, en 1811, con aquellos sueños bolivarianos de unidad y de integración, ¿qué ha quedado de todo aquello, qué tenemos hoy?  ¿Qué somos al lado de las grandes comunidades:  Japón, Europa, Estados Unidos?  ¿Qué somos los latinoamericanos, qué porvenir nos espera?
Que se lea la historia.  Creo que hay que estudiar un poco más de historia de América Latina para saber si aquellos injertos triunfaron, y si copiando modelos nosotros íbamos realmente a alcanzar el desarrollo.

Nos dividieron y nos mantuvieron divididos.  Como continente nos mantuvieron balcanizados, divididos en un montón de países pequeños y débiles; y como países, a cada uno de nosotros nos mantuvieron divididos también, fomentaron toda forma de división.

Usted ve que en América Latina no hay ni siquiera programa de gobierno que dure más de cuatro o cinco años en ninguna parte, ni aun allí donde el mismo partido sigue en el gobierno.  Sigue el mismo partido, pero cambió el líder y cambió el programa, cada nuevo dirigente se consideró en el deber de hacer cosas diferentes a las que hacía el anterior.

En algunos lugares como México, ese período es más largo, en otro dura cinco años, en otro dura cuatro años.  Eso no ocurre ni en la Europa desarrollada y estable.  En Inglaterra la Thatcher ha estado 11 años, podía haber estado 15, 20 años.  Felipe lleva un número de años.  Hay distintos líderes políticos en esas circunstancias.  En Europa son un poco más racionales, porque promueven la posibilidad de la continuidad de un programa o de una política; pero nosotros hemos venido a copiar las peores experiencias.

Yo no sé en qué república de estas de Europa del este, donde hubo no los cambios, sino la debacle, se organizaron 150 partidos, ¡doscientos partidos!  Si eso es progreso, entonces la locura debe ser una de las formas más saludables de vida y una de las formas más felices para el hombre, porque todo eso es una locura.

Muchas veces partimos de ciertas premisas, que no son ni siquiera lógicas, aplicables a determinadas condiciones.

Ahora, ¿qué ocurre?  La última pregunta que tú me hiciste.

Beatriz Pagés.–  Si consideraba usted que la constante agresión de Estados Unidos sobre Cuba, ha detenido el proceso de democratización en la isla.  Esa ya me la respondió.  

Ahora yo quería preguntarle:  si en un momento dado Fidel Castro   —fantaseemos un poco nada más— decide implantar la perestroika en Cuba, ¿en ese momento terminaría la agresión de Estados Unidos hacia la isla?

Fidel Castro.-
  En primer lugar, Fidel Castro no podría implantar la perestroika en Cuba, porque Fidel Castro unipersonalmente no puede tomar una decisión estratégica de esa trascendencia.

En segundo lugar, si tú me pides mi opinión personal, nosotros no tenemos por qué venir y copiar lo que hicieron en la Unión Soviética, somos dos países distintos, dos mentalidades distintas, dos idiosincrasias distintas.  Respeto mucho a los soviéticos y les tengo cariño, pero aquel es un Estado multinacional y nosotros no somos un Estado multinacional.  En aquel país tuvieron lugar fenómenos históricos que aquí no se han dado.  El fenómeno del stalinismo no se dio aquí; no se conoció nunca en nuestro país un fenómeno de esa naturaleza de abuso de poder, de autoridad, de culto a la personalidad, de estatuas, etcétera; eso no se ha conocido aquí.  Nosotros no tenemos por qué rectificar en Cuba errores que se cometieron en otras partes.  Aquí no hubo colectivización forzosa de la tierra, ese fenómeno nunca se dio en nuestro país, nosotros no tenemos por qué rectificar fenómenos que no existieron.

En nuestro país se hicieron las cosas de una manera, a nuestra manera.  Cometimos nuestros errores, pero nosotros no tenemos por qué y es de género tonto que vengamos a rectificar errores históricos cometidos en la Unión Soviética, son dos historias diferentes.

Ya habíamos cometido algunos errores en copiar, y ya teníamos suficiente conciencia de que mientras menos se copie, mejor.  Yo, personalmente, no he sido jamás copista, mi carácter es alérgico a la copia, pero sí se desarrollaron tendencias copistas en nuestro país, tendencias a copiar de otros países socialistas, porque esos son fenómenos que se dan en las revoluciones:  Bueno, tal país hizo la primera revolución, tiene más experiencia, más cosas.

Nosotros hemos tenido que rectificar copias que hicimos de manera incorrecta en algunas cosas —me refiero a copias de tipo institucional, ¿no?, acerca del método en que se hace la planificación, acerca del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía, algunas de esas cosas—; pero nosotros, en mi criterio, no teníamos por qué hacer aquí un tipo de reformas, un tipo de cambio o un tipo de rectificaciones que no se ajustaran a nuestras realidades.  Nosotros, antes de que se hablara de perestroika, habíamos hablado de rectificación de errores y tendencias negativas cometidos en distintos aspectos, sobre todo en el plano económico, pero también de errores y tendencias negativas, que veníamos combatiendo por nuestra cuenta.  Ese es nuestro proceso, que no tiene nada que ver con aquel proceso.

Desde luego, si nosotros hacemos lo que han hecho en la Unión Soviética los yankis estarían felices, porque, de hecho, los soviéticos prácticamente se han autodestruido.  Si nosotros nos autodestruimos, los yankis estarían felices; si nosotros nos dividimos en 10 fracciones y empieza aquí una pugna por el poder tremenda, entonces los yankis se sentirían las gentes más felices del mundo y dirían:  Ya nos vamos a liberar de la Revolución Cubana.  Pero nosotros no nos vamos a autodestruir, eso debe quedar muy claro.  Si nosotros nos dedicamos a hacer reformas de ese tipo que no tienen nada que ver con las condiciones de Cuba, nos estaríamos autodestruyendo.

La historia tendrá que decir la última palabra, porque ahora muchos estamos sufriendo las consecuencias de lo que ocurre hoy en la Unión Soviética, esa es una cosa muy clara.  En respuesta concreta a tu pregunta, si nosotros iniciamos un proceso de autodestrucción, si nos ponemos a realizar reformas que no tienen nada que ver con nuestra historia y con nuestros errores, los yankis serían felices.

Fuente: http://www.fidelcastro.cu/es/entrevistas/no-hay-dos-socialismo-iguales-entrevista-con-la-revista-siempre

6 pensamientos en “Fidel sobre Estados Unidos, la democratización de Cuba y una perestroika cubana

  1. Lo que si no se podrá decir nunca de Fidel es que era un «copista»…crear un movimiento como el 26 de Julio y hacer triunfar una tremenda Revolución en una isla pérdida en el Caribe es solo para gente como minimo creativa y audaz…pero como máximo líder le corresponde la responsabilidad de cargar sobre sus hombros todo lo que dejo copiar a su alrededor después de su visita de reconciliación con las máximas autoridades soviética en 1963…Existió en Cuba el año 1968 y Fidel se dejó hasta poner aquella gorra de plato militar soviética en su traje de gala en Cuba que nada tenía que ver con nuestra tradición mambisa, y menos con una Sierra Maestra..Fidel permitio el desvío de una revolución que siempre fue autóctona y que luego tratará de rectificar en 1986…hay que hacerse cargo de estas cosas como hace poco se hizo cargo Raúl de los errores reciente…por supuesto que Fidel también trato de usar mecanismo por fuera de la institucionalidad de la Revolución para dar soluciones ágiles a los problemas que la burocracia imperante ponía freno, pero vuelvo y repito como máximo líder es responsable que durante años se instalará un sistema económico copiado del sovietico y ajeno a nuestra realidad económica.
    Saludos

  2. Estimado Maño, disiento de tus palabras, posiblemente más cercanas de lo que parece. Me imagino que tu comentario es después de haber leído la entrevista e influido por una opinión personal y una visión propia también, pero si escuchamos las palabras del comandante, nos deja una autopista limpia para conducir con los ojos cerrados y no golpear ni siquiera un borde de la carretera. Me quieres señalar cuando hubo algún digamos, desvío en la revolución?, ni siquiera en uno de los momentos más difíciles, en la crisis de octubre la revolución se desvió o se dejó implantar, claro según la visión de algunos dirán que Fidel estuvo sometido a los soviéticos, para nada, podemos conocer la decisión de responder con fuego de artillería a vuelos rasantes, e incluso el derribo del U2 se conoce también el impulso, y muchas cosas más que nos ocuparían páginas. La gorra de plato militar que nombras te parece fuera de la tradición manbise? entonces el AK47 también es fuera de la tradición manbise, o la carabina norteamericana que se usaba en sierra maestra. Fidel dice: “nosotros no tenemos por qué venir y copiar lo que hicieron en la Unión Soviética, somos dos países distintos, dos mentalidades distintas, dos idiosincrasias distintas. Respeto mucho a los soviéticos y les tengo cariño, pero aquel es un Estado multinacional y nosotros no somos un Estado multinacional”. En otro párrafo dice; “En nuestro país se hicieron las cosas de una manera, a nuestra manera. Cometimos nuestros errores, pero nosotros no tenemos por qué y es de género tonto que vengamos a rectificar errores históricos cometidos en la Unión Soviética, son dos historias diferentes”. Hay una cosa que me suena a una rosca y es cuando se quiere hacer creer que Rául ha bailado con la fea que Fidel no quiso, como si Raúl ha tenido que impulsar y rectificar errores anteriores que Fidel se negaba, en fin, ya vale de rollo copista, porque repetir esto si que es copista. Raúl es Raúl y Fidel es Fidel, hay muchos que puedan decir esto?. Personalmente hablando, leer: “Fidel sobre EEUU , la democratización de Cuba y una perestroika cubana”, me parece un placer de dioses por su clarividencia fuera de toda duda y su enseñanza.

  3. Pensar en que Raul corrige errores de Fidel es de tontos, si Raul esta con Fidel desde la organizacion del Moncada, donde se declaro responsable del ataque por si necesitaban alguien a quien matar. Siempre juntos y la mismas ideas toda la vida, Raul no cirrige a Fidel, corrige la obra de la revolucion porque se vive otro momento.
    A cada uno le toco dar la cara en diferente etapa del proceso, Cuba no es un caso de los llamados democraticos electoreros que para cada eleccion aparece un inspirado a declararse el nuevo milagro politico y luego todo termina con el robo del tesoro nacional y la impunidad democratica.
    Y una cosa, los que desapruaben y atacan el sistema cubano porque no hacen lo mismo con el sistema chino, acaso por su dinero o sus bombas atomicas y misiles ?
    Muchos de esos consejeros no solicitados, pueden escribir sus porquerias y cobrar sin ningun problema que a los que les pagan lo que le interesa es que se publique en los medios algo contra Cuba mientras pacientemente esperan el momento del zarpazo quizas pensando en hacer lo mismo que se hace en Venezuela con terrorismo economico solapado y matones en la lucha para conseguir una visa USA.

  4. De verdad que brindar una opinión resumida dejando una idea filosofíca ante tamaña figura como Fidel y un momento histórico no es fácil, y uno va a dejar afuera seguro, muchas valoraciones importantes, pero no pongas Tocororo en mis palabras lo que no ha sido mi intensión. ..igual me siento de verdad (sin falsa modestia) un humilde pelador de caña que no está a la altura de hacer grandes análisis y menos frente a semejante talento político y revolucionario que ES Fidel…cuando digo «desvío» me refiero al tema económico y a la utilización extrema de la propiedad estatal ..igual naci en 1963 y soy el resultado de los huevos y la garra que puso esa generación y con el periódico del lunes todos podemos opinar de como mejor hubiera sido el juego de pelota el domingo a la tarde…Raúl ha respondido a su momento histórico y los que vengan en el futuro tendran que hacerlo también con ese concepto que nos dejará Fidel, no soy de los que contraponen una figura a la otra, no es mi onda,…igual de verdad me da hasta vergüenza ajena escribir lo que escribo ahora mismo. ..no aporta nada. .así que dejo a Iroel la libertad de publicar este comentario. Como he leído acá otros post, me da la sensación que este, en concreto, tiene una intención más inteligente que mi comentario y al cual adhiero…importar experiencias ajenas, sobre todo de «estilo socialdemócrata» no debe ser la idea de la Revolución, si nos equivocamos (que de seguro va a suceder) que sea con nuestras propias ideas.
    Saludos

  5. Nadie podría negar que se copió de la URSS y el campo socialista, es una verdad, pero de lo que no se dice es que ellos no copiaron de Cuba, por ése error de ellos pasó lo que pasó y Cuba está ahí.
    Copiamos por el momento y las condiciones, pero igualmente fundamos, Ojalá alguien toque ése tema.
    Otra cosa, siempre leo de copiar el stalinismo cuándo en 1959 ya Stalin no era ni parte de la historia de la urss y ni un libro encontrábamos, claro que comparar con el » diablo» surte un efecto más de terror y se sigue con ése diabólico juego, se copio a Krushov, Breshnev o cómo se escriban, pero de Stalin mis amigos ni recuerdos pudo leer Humberto por allá
    Saludos

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